Sevilla implantará un sistema de 500 coches eléctricos y 75 puntos de carga

La red de recarga primará los centros comerciales, culturales y empresariales. Sevilla ha sido seleccionada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio junto a Madrid y Barcelona para ejecutar el proyecto piloto Movele, con el que el Gobierno pretende promover el coche eléctrico en los desplazamientos urbanos. En Sevilla se creará este año una red de puntos de recarga, talleres y estacionamientos subvencionado en un 30% con fondos estatales, y  en una segunda fase se subvencionará la adquisición de una flota de 500 coches eléctricos destinada tanto a empresas como a colectivos laborales e incluso propietarios privados.

El programa presentado por Sevilla al Ministerio de Industria recoge la instalación de un total de 75 puntos de recarga de vehículos en centros comerciales y de ocio, edificios de oficinas y zonas próximas , y entorno de centros culturales. Se han propuesto puntos de recarga en los aparcamientos subterráneos de Nervión Plaza (5 tomas), Los Arcos (5 tomas), Alcampo (5 tomas), parking del Paseo de Colón (5 tomas), parking de Arjona (5 puntos) y Mercado de Triana (5 tomas más), todos ellos a cubierto. Una docena más de puntos de recarga eléctrica estarán disponibles en el entorno del Parque Tecnológico Cartuja 93, en la Isla de la Cartuja, concretamente cinco de ellos al aire libre en los aparcamientos en superficie de la Agencia Andaluza de la Energía (3 puntos) y de la Consejería de Economía y Hacienda (2 puntos) y el resto en el aparcamiento soterrado del Edificio Expo -antiguo Wordl Trade Center-.

Los centros culturales propuestos para la instalación de tres puntos más de recarga son el Teatro Lope de Vega y el Casino de la Exposición, mientras que otra treintena de terminales de recarga se distribuirá en edificios y sedes del Ayuntamiento de Sevilla para la conformación de una flota municipal de vehículos eléctricos Además de en el aparcamiento del parque móvil en la calle Muñoz Seca, se localizarán en tres centros de trabajo de Emasesa; cinco parque auxiliares de Lipasam, otros cuatro puntos limpios y tres edificios corporativos más de la empresa de limpieza, y la sede central de Tussam (Avda. de Andalucía) y las cocheras del Metrocentro del Prado.

La financiación de esta infraestructura correrá a cargo del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), que librará en primera instancia alrededor de 1,5 millones de euros en ayudas para la infraestructura de recarga y asistencia técnica para las tres capitales españolas seleccionadas. Según Vega, un tercio de esos fondos serán gestionados por el Consistorio hispalense en la creación de la red de puntos de recarga este mismo año, para lo que recabará también aportaciones de la Agencia Andaluza de la Energía, las empresas municipales implicadas en el proyecto Movele y patrocinadores privados a cambio de la instalación de publicidad.

En cuanto a los costes, las estimaciones iniciales prevén un gasto de alrededor de 1.000 euros en cada punto de recarga simple -la facturación se hará por tarifa plana o bien por coste proporcional al tiempo de estacionamiento- y de 5.000 euros para los puntos de recarga inteligentes -permiten la medida del consumo, la monitorización y la adopción de modelos de tarificación, entre ellos la del sistema de tarjeta prepago-. Como si fuese un teléfono móvil, se conecta a cualquier enchufe de 220 voltios, y dependiendo del modelo de batería -de ión-litio, sodio y niquel- tarda entre dos y ocho horas la carga completa para una autonomía de alrededor de 150 kilómetros.

La simplicidad de uso -girar la llave y pisar el acelerador, sin humos, vibraciones ni ruidos- es proporcional al reclamo del ahorro en locomoción en comparación tanto con el coche tradicional como con el transporte privado. El combustible para 100 kilómetros apenas cuesta el precio de un café, entre 1,20 y 1,50 euros, según los cálculos del Ministerio de Medio Ambiente, mientras que en los automóviles de gasolina el importe está entre 6 y 7 euros.

El programa piloto contempla la creación de tres centros de cambio rápido de baterías con servicio 24 horas previo acuerdo con talleres mecánicos y estaciones de servicios, todo ello con un presupuesto de 60.000 euros cada centro. La compañía pionera en instalación de infraestructuras para coches eléctricos, la americana Better Place, desarrolla actualmente el primer proyecto a escala nacional, que se hará en Israel, un país con unas condiciones de movilidad ideales, ya que la mayoría de los conductores recorren menos de 70 kilómetros al día y la distancia entre las principales ciudades no supera los 150 kilómetros. La alianza Renault-Nissan será la que proveerá de vehículos al proyecto, que comenzará en fase de pruebas este año, y que dispondrán de 500.000 puntos de recarga de batería en todo el territorio.