La energía eólica en septiembre ha proporcionado cifras insólitas

Un despliegue de eólica bien planificado en toda Europa que incluya la península ibérica puede facilitar el objetivo de un mercado único eléctrico europeo descarbonizado y los objetivos de reducción de emisiones para 2030 y 2050.

El pasado mes de septiembre ha sido probablemente el mes más ventoso de los últimos 5 años. El aprovechamiento del viento deja cifras de generación eléctrica insólitas en UE y en España. Por una parte, en la UE + Noruega la eólica ha pasado de cubrir un 10,9% en septiembre del año pasado a un 12,5% en septiembre de este año.

Fuente: WindEurope y ENTSOE, elaboración AEE

Este mayor aprovechamiento del recurso eólico en la UE ha supuesto una importante reducción de las emisiones de CO2. Con los 29,5 TWh generados con el viento en el mes (suficientes para cubrir con creces el consumo mensual español de 21 TWh) se ha evitado la emisión a la atmósfera de al menos 24,5 millones de toneladas de CO2. En España, las emisiones evitadas gracias al viento son 3,7 millones de toneladas de CO2.

Mientras, en España, gracias al viento, se ha cubierto un 18,4% de la demanda eléctrica en el pasado mes (en 2018, en el mismo mes se cubrió un 12,2%). Desde el año 2012, no se producía tanta electricidad en septiembre gracias a la energía eólica.

Como se puede ver en el gráfico, ha sido durante la primera quincena del mes cuando se ha generado electricidad con el viento muy por encima de lo que se había hecho en los últimos 5 años, llegando a establecer un nuevo récord horario el 10 de septiembre.

Fuente: REE y elaboración AEE

La energía eólica ha contribuido también a reducir el precio de los mercados eléctricos europeos. En Alemania, con una cobertura de la demanda eólica del 23,8% frente al 17,1% del año pasado, el precio del mercado eléctrico ha bajado en un 35%; En Reino Unido un 38%, en Francia un 43% y en España un 34,5%.

La instalación de potencia eólica en España puede suponer un importante factor de equilibrio para el incipiente mercado único europeo de la electricidad, puesto que, como se puede ver en el gráfico, la generación eólica española suele no estar correlacionada con la generación eólica alemana, de tal manera que cuando hay viento en la península, puede no haber viento en el norte de Alemania, y viceversa.

También hay que considerar las interconexiones necesarias con Francia y Portugal, puesto que con nuestro vecino de la península además compartimos mercado eléctrico, y por otra parte los Pirineos son la salida hacia los consumidores de Centroeuropa, que pone en valor la electricidad renovable de la península. A la hora de interpretar el gráfico hay que tener en cuenta que en Alemania hay 60 GW de eólica mientras que en España sólo 23,5 GW. Es llamativo el dato para Alemania del 29 de septiembre, cuando se alcanzó un 62% de cobertura con eólica.

Fuente: Wind Europe, REE y elaboración AEE

España tiene una importante ventaja sobre muchos países europeos en cuanto al recurso eólico, ya que tiene también diferentes regímenes de viento. Por ejemplo, como se puede ver en el gráfico, donde se compara la generación eólica horaria en enero de 2018 en las provincias de A Coruña y Cádiz, el viento no es homogéneo en toda la península, por lo que cuando no hay viento en una parte de la península puede haberlo en otra. Gracias a la posición geográfica y orografía de nuestro país, el desarrollo de la eólica en todo el territorio permite que en el sistema eléctrico español en más de un 95% de las horas del año siempre esté asegurada una aportación superior al 9% de la potencia eólica total instalada.

Fuente: REE y elaboración AEE

Por la importancia que ya tiene en el mix español y sobre la cual se ha construido el PNIEC, el cumplimiento de los objetivos de eólica en el mismo son conditio sine qua non para cumplir con los objetivos de descarbonización y transición energética a 2030. Además, a nivel de la UE, teniendo en cuenta que el objetivo de renovables es único para su conjunto, el viento español es también un factor indispensable para cumplir con los objetivos de la UE para 2020 y 2030.

Para que el mercado único eléctrico de la UE pueda ser eficiente económicamente, los recursos renovables del sur de Europa (en especial de la península ibérica donde son abundantes y variados) se tienen que aprovechar para cubrir la demanda eléctrica europea.