Energía eólica, cambio climático, CO2 y SF6 en perspectiva

Un artículo reciente en BBC News sobre el gas hexafluoruro de azufre, o SF6, dice que su uso está aumentando como una «consecuencia no deseada del auge de la energía eólica». El artículo de la BBC se basa en un estudio realizado por la Universidad de Cardiff sobre la red eléctrica británica. El artículo dice que un aumento en el uso de SF6 está directamente relacionado con el aumento de las energías renovables.

El hecho es que el SF6 se usa en todo el sistema de energía, en equipos de transmisión y distribución como ‘aparamenta’ para evitar cortocircuitos. Otros gases fluorados también se utilizan en dispositivos de calefacción y refrigeración, como refrigeradores, bombas de calor y aires acondicionados.

La industria eólica maneja cuidadosamente su uso de SF6 y toma medidas para reducir su uso y, cuando esto no sea factible, mitigar las posibles consecuencias adversas.

Renovables y emisiones evitadas

El artículo de la BBC dice que el SF6 se libera más comúnmente a la atmósfera por fugas. Estas fugas pueden ocurrir por fallas mecánicas, degradación del equipo, vibraciones en las operaciones normales o durante el mantenimiento o desmantelamiento.

Los datos de Vattenfall sugieren que las emisiones de fugas de los 100.000 aerogeneradores o turbinas eólicas de Europa fueron de aproximadamente 900 kg de SF6 en los últimos seis años. Esto equivale a 3.525 toneladas de CO2 al año. Esto incluye la liberación de gases durante el proceso de recuperación y reciclaje. Al final de su vida útil, los interruptores de la turbina se recogen y el gas hexafluoruro de azufre se recupera y se reutiliza en nuevos equipos.

En comparación, la energía eólica evita la emisión de 255 millones de toneladas de CO2 al año en Europa al generar 336TWh de electricidad que desplaza a los combustibles fósiles. Por lo tanto, la fuga de SF6 representa alrededor del 0,001% de las emisiones evitadas gracias a la energía eólica cada año.

Un camino a seguir

Las energías renovables están en el corazón de la descarbonización del suministro de energía de Europa y los países y las empresas europeas están firmemente comprometidos a reducir su propia huella de CO2 a medida que avanzamos hacia las emisiones netas cero.

Actualmente se están investigando varias alternativas, que incluyen aire limpio y nuevas mezclas de gases químicos como CF3I, fluoronitrilos, fluorocetonas y HFO (hidrofluoro-olefinas). Todos han demostrado resultados prometedores como alternativas y están comenzando a implementarse en el mercado. La industria eólica europea apoya el desarrollo posterior de estas tecnologías y se compromete a promover su uso.

La UE ha establecido un objetivo para reducir las emisiones de gases fluorados en dos tercios para 2030, en comparación con 2010. Un informe de 2016 de la Agencia Europea del Medio Ambiente encontró que la UE está haciendo un buen progreso hacia este objetivo.