El beneficio neto de Iberdrola alcanza 2.091 millones de euros hasta septiembre, un 13,5% menos

Esfuerzo inversor: un 80% se destina a activos de Redes y Renovables. Como resultado, la empresa instalará en el conjunto del ejercicio 2.700 megavatios de eólica y otras (2.200 MW en el último trimestre), añadiendo 12.000 MW hasta 2022 (+20%), e incrementará la base regulatoria de sus activos de Redes un 38% para entonces.

Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 2.090,9 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, un 13,5% menos que en el mismo periodo del año anterior. Este resultado se ha visto afectado por los menores resultados extraordinarios del periodo -que alcanzaron a septiembre de 2017 los 759 millones de euros- y por la peor evolución del área de Generación y Clientes en España, que contrasta con el buen comportamiento de todos los negocios en el resto del mundo.

En Brasil, el beneficio neto de Neoenergia, que se consolida al 100% en las cuentas del grupo desde la segunda mitad del pasado ejercicio, se ha situado en 1.170 millones de reales, un 357% más. Y, en Estados Unidos, el beneficio neto ajustado de AVANGRID ha alcanzado los 511 millones de dólares, un 3% más.

Con todo, el beneficio neto ordinario[1] del grupo se ha situado en 2.051,3 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 38% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

Los ingresos de Iberdrola han mejorado un 19,7% en los nueve primeros de 2018, hasta alcanzar los 26.282,6 millones de euros. Como consecuencia de este incremento, y a pesar de un aumento de los tributos del 12% en España, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola ha ascendido a 6.719,7 millones de euros, lo que supone un aumento del 22,5% con respecto al mismo periodo de 2017. Si se excluye el efecto de la variación de los tipos de cambio (-312 millones de euros), el incremento es del 28,2%.

En términos globales, todos los negocios presentan, además, un sólido crecimiento en el Ebitda: Renovables (+38,1%), Redes (+17,8%) y Generación y Clientes (+17,4%). De este modo, el 80% del beneficio operativo bruto de la compañía ha procedido de actividades reguladas y con ingresos predecibles a largo plazo, de acuerdo con la estrategia del grupo.

Sin embargo, el negocio de Generación y Clientes en España ha acusado el impacto de los altos precios del mercado mayorista español durante los últimos meses, ya que tiene actualmente posición neta compradora en el mercado mayorista.

Con el fin de evitar el impacto de la volatilidad de los precios mayoristas en sus cuentas y también para sus clientes finales, la compañía está maximizando la energía negociada a través de contratos bilaterales, que representa ya el 80% del total, frente al 20% en el mercado diario (pool eléctrico).

Iberdrola también ha continuado mejorando sus niveles de eficiencia a lo largo del año. En concreto, el ratio gasto operativo neto sobre margen bruto ha mejorado en 180 puntos básicos con respecto a los nueve primeros meses de 2017, hasta situarse en el 27,3% al cierre de septiembre.

Por otro lado, los fondos generados en operaciones (FFO) de Iberdrola entre enero y septiembre se han situado en 5.255,6 millones de euros, lo que supone un aumento del 12,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

Por lo que respecta a los avances registrados en su plan inversor, hasta septiembre el grupo ha acometido unas inversiones netas de 3.644,8 millones de euros. De esta cantidad, un 45% se ha destinado al área de Redes y un 34% a Renovables, en línea con lo previsto en las Perspectivas Estratégicas 2018-2022, que contemplan una inversión total de 32.000 millones de euros en el periodo. Asimismo, más del 85% se destina a proyectos internacionales.

Como resultado de las inversiones ya realizadas, Iberdrola instalará en 2018 un total de 2.752 nuevos megavatios (MW). Para 2022, la compañía habrá puesto en marcha alrededor de 12.000 MW adicionales de potencia, con lo incrementará en más de un 20% su capacidad instalada en el mundo.

En concreto, Iberdrola continuará reforzando su apuesta por el negocio eólico marino tanto en Europa como en Estados Unidos, con el objetivo de alcanzar los 3.000 MW de capacidad instalada con esta tecnología en el año 2023. La inversión necesaria para lograrlo será cercana a los 9.000 millones de euros.

Por su parte, tras las inversiones previstas para el área de Redes e impulsadas por marcos regulatorios predecibles, el grupo estima que la base regulatoria de sus activos se incrementará un 38% hasta el año 2022.

Al mismo tiempo, la empresa ha continuado avanzando en su plan de rotación de activos no estratégicos por importe de 3.000 millones de euros hasta 2022. En lo que va de año, la compañía ha realizado desinversiones por valor de casi 1.200 millones de euros, incluyendo los recientes anuncios de venta de los activos de generación tradicional en Reino Unido y de la planta termosolar en Puertollano (España).

La deuda neta del grupo es de 34.379 millones de euros al cierre de septiembre. El ratio FFO sobre deuda neta ha mejorado en 80 puntos básicos solo en el tercer trimestre del año, situándose en el 21%. Además, un 76% de la deuda del grupo se mantiene a tipo fijo, con lo que queda protegido de cara a posibles episodios de volatilidad en los tipos de interés.

 

Evolución de los negocios: todas las áreas crecen a doble dígito

Todos los negocios de Iberdrola han presentado un buen comportamiento durante los nueve primeros meses del año, con crecimiento a doble dígito de sus resultados operativos.

El área de Redes ha registrado un Ebitda de 3.642,3 millones de euros, un 17,8% más, con crecimiento en todos los países -España, Estados Unidos, Brasil y Reino Unido- si se excluye el impacto del tipo de cambio.

En Renovables, el Ebitda se ha incrementado un 38,1%, hasta los 1.272,1 millones de euros, impulsado por la buena evolución de todas las áreas geográficas: España, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, México y resto del mundo La mayor producción en todos los territorios y la entrada en funcionamiento de Wikinger, parque eólico marino situado en aguas alemanas del mar Báltico, han impulsado los resultados de esta área.

El resultado operativo del negocio de Generación y Clientes también ha mejorado un 17,4%, hasta alcanzar los 1.325,5 millones de euros. Este incremento ha sido respaldado especialmente por Reino Unido, gracias a la normalización de las condiciones de mercado, y México, país en el que han entrado en funcionamiento de nueva capacidad que han aportado las centrales de Altamira y Bajío.

 

Iberdrola reafirma previsiones y aumenta el dividendo

Los buenos resultados obtenidos -impulsados por la aceleración de la mejora operativa en todos los negocios-, el incremento de las tarifas reguladas de Redes, la nueva potencia instalada, la mayor producción y la mejora de la eficiencia permiten a Iberdrola reafirmar sus previsiones para el cierre del ejercicio.

Así, el grupo prevé superar los 9.000 millones de euros de Ebitda para 2018 y alcanzar un beneficio neto de 3.000 millones de euros, sin considerar las plusvalías de la recientes desinversiones.

En línea con estos resultados, el Consejo de Administración de la Sociedad ha aprobado una remuneración a cuenta de 2018 de, como mínimo, 0,15 euros brutos por acción, dentro de una nueva edición del programa Iberdrola Retribución Flexible, que permite a los más de 600.000 accionistas de Iberdrola elegir entre recibir efectivo o nuevas acciones del grupo de forma gratuita.

El importe fijado supone un incremento del 7,1% con respecto al dividendo a cuenta de 2017 (0,14 euros brutos por acción) y se materializará en febrero de 2019.

A esta cantidad habrá que añadir la remuneración complementaria con cargo a 2018, que se abonaría en julio de 2019 tras su aprobación por parte de la Junta General de Accionistas de la Sociedad.