Cuba obtendrá con energías renovables, eólica y energía solar, el 24% de su consumo.

Energía eólica en Las Tunas

REVE

Aunque aún no se han levantado las torres con los aerogeneradores para la producción de energía limpia, el paisaje de la zona de La Herradura, donde se construyen los dos parques eólicos más grandes de Cuba, ha comenzado a cambiar.

La carretera que conduce al lugar es el primer indicio de que algo grande se levanta más adelante, cuando el fuerte olor a salitre advierte que hemos llegado a la costa. El trasiego de camiones, grandes zanjas abiertas a uno y otro lado del vial, y a cada rato una nueva edificación que se alza en zona recién desbrozada.

Este tipo de actividad ingeniera y constructiva la realizan por primera vez en Cuba y ha tenido que sortear obstáculos como la inestabilidad de un terreno cársico, el comportamiento del clima y los retos que supone asumir un proyecto millonario de este tipo en un país subdesarrollado.

Según los directivos de la obra, en La Herradura-1 emplazarán 34 máquinas de 1,5 megawatt (MW) de potencia y estará compuesto por cinco circuitos. Sus aerogeneradores, con una altura de 65 metros, cuentan con palas de 37 metros. A su vez, La Herradura-2 lo integrarán 20 equipos de 2,5 MW, casi el doble de potencia, con altura de 80 metros y aspas de 54 metros. Los suministradores son las empresas Goldwind, proveedor líder en el mundo de turbinas eólicas en los últimos tres años, y Dongfang, grupo especializado en energías renovables y alta tecnología, con más de medio siglo de experiencia.

Las extensas llanuras y la vegetación baja de la región, resultan ideales para aprovechar los vientos alisios que soplan desde el oceáno Atlántico por la costa norte. Estudios de prospección eólica, desarrollados por el Centro Provincial de Meteorología y otras instituciones nacionales, confirmaron la existencia allí de corrientes de aire sostenidas de aproximadamente 6,8 metros por segundo a más de 50 metros de altura, lo cual demostró la factibilidad de la propuesta.

UN LARGO CAMINO

Varios años han transcurrido desde que iniciaron las primeras labores en el 2013. Técnicos y especialistas de la Empresa Desarrolladora de Inversiones en Fuentes Renovables de Energía (Edifre) se encuentran al frente del proyecto y, aunque pasan casi todo su tiempo en un terreno agreste, lejos de sus hogares, están orgullosos de ser los pioneros en una construcción de gran magnitud, la cual precisa profundos estudios y varias obras civiles previas, para facilitar el traslado, almacenamiento y montaje de los equipos.

«Nadie en Cuba había hecho esto anteriormente, somos los primeros y hemos aprendido sobre la marcha. Todos los días surgen dudas, cuestiones que no previmos y nos preparamos constantemente para la ejecución de la obra principal, que es la más compleja. Está definido en la contratación que las edificaciones civiles sean realizadas por las brigadas cubanas, pero en la parte técnica contaremos con la asistencia de los suministradores en varios pasos», expresa a pie de la construcción Adela Álvarez Fernández, directora de la Dirección Integrada de Proyectos Eólicos en Las Tunas.

 

En puerto Carúpano, a 35 kilómetros del lugar en el que se emplazarán los parques, se hicieron modificaciones para garantizar la descarga ágil y segura del equipamiento y crearon las condiciones para recepcionarlo temporalmente. Se construyó además, un vial de salida que será de uso exclusivo para el traslado de estos equipos. Por allí deben entrar al país posteriormente, la tecnología de los parques de Manatí y Holguín.

«Algunos elementos serán trasladados por carretera en el recorrido de unos 40 kilómetros. Como tienen grandes tonelajes y dimensiones, hubo que modificar el ángulo de giro de dos puntos del vial, el entronque de Delicias y la antigua pista de la Aviación Agrícola de Lora. Las cargas generales podremos transportarlas por ferrocarril hasta la pista de Lora. Allí edificaron un área de almacenaje temporal, desde donde se moverán luego para su instalación», explica Miguel Casí Céspedes, especialista principal del grupo técnico.

Cuba no cuenta con los dispositivos necesarios para construcciones de tal magnitud, por lo que adquirirá como parte del presupuesto de la inversión, rastras de gran tamaño para trasladar los componentes y una grúa de 500 toneladas, destinada al montaje. Según los cálculos, en el proceso de cimentación e instalación de las torres se involucrarán a unos 500 trabajadores.

El ingeniero señala, detalladamente, que para extraer la energía de ambos parques  diseñaron una subestación eléctrica de salida. La misma estará conectada al Sistema Electroenergético Nacional a través de dos líneas que edificarán, la primera hacia la zona de la subestación eléctrica de Guiteras, y la otra hacia Velazco, en Holguín. Solicitaron, además, dos salidas para conectar a clientes cercanos.

 

Agrega, que como las máquinas son tan altas necesitan una cimentación muy grande, con aproximadamente 350 metros cúbicos de hormigón; por ello, crearon el Centro de Apoyo Logístico, que tiene la seguridad necesaria para impedir la contaminación de los áridos, los que se trasladarán desde la cantera Las Parras, en el municipio cabecera.

El inmueble cuenta con un laboratorio destinado a comprobar la calidad de los materiales y el producto terminado. Asimismo, utilizarán para la base un acero grado 60 que produjeron en Antillana de Acero (La Habana) y en Acinox Las Tunas, especialmente para el proyecto.

EN ARMONÍA CON EL ENTORNO

Las obras emprendidas se sustentan en investigaciones ambientales desarrolladas por especialistas e instituciones cubanas. Efectuaron monitoreos de ruido y del comportamiento de las aguas del estero, estudios de aves y de inundaciones costeras, recuperación de desechos reciclables, así como un estricto cumplimiento de las licencias ambientales y los planes de manejo para especies exóticas invasoras y endémicas.

Ambos parques están diseñados para soportar vientos de huracanes categoría tres máxima y cuatro mínima. Las indagaciones sobre la probabilidad de eventos climatológicos y la penetración del mar, establecieron que un ciclón categoría cinco pasa por el lugar cada 50 años y las estructuras tienen una vida útil de dos décadas.

Álvarez Fernández reveló que uno de los estudios más interesantes estuvo vinculado con la identificación de las zonas del corredor aéreo migratorio de aves. «No podemos permitir que muera ninguna cuando comiencen a girar las palas. Ya conocemos las fechas probables de tránsito por cada aerogenerador y cuando entreguemos los parques al explotador, detallaremos ese calendario para hacerlo coincidir con el mantenimiento programado de las máquinas. De igual manera, efectuaremos un estudio de anidación de las especies, porque abriremos las bases con voladura y tenemos que analizar el impacto que esa acción reportará al entorno.

«Realizaron investigaciones geofísicas y sísmicos del suelo, analizamos la estructura del terreno para verificar que sea firme, hicimos las obras inducidas, estudiamos las posiciones de los generadores de La Herradura-1, determinamos sus ubicaciones exactas y el estudio de La Herradura-2 está casi listo. Además, buscamos un pozo que el agua tiene las características que necesitamos para fundir el hormigón».https://youtu.be/xpM2RtTLsmc

 

 

Si bien la eólica es una energía limpia, la edificación de la infraestructura que requiere provoca impactos ambientales, como la dispersión en el movimiento de las aves; más la pérdida de cobertura vegetal, del hábitat y de nichos ecológicos, con la disminución de especies por la migración. Sin embargo, los emplazamientos que se conciben en La Herradura mitigarán en gran medida esta huella tecnológica, como resultado de las investigaciones que se han efectuado, gran parte de estas inéditas en el ámbito cubano.

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Los aerogeneradores son la evolución natural de los molinos, hoy en día convertidos en aparatos de alta tecnología. Las turbinas funcionan justo al contrario de un ventilador y producen electricidad aprovechando la energía natural del viento para impulsar un generador.

La eólica es una de las energías más baratas, con más volumen de producción de electricidad y se estima que para el 2020 dará trabajo a 1,2 millones de personas en todo el mundo. Por ello, cada día surgen nuevos avances en torno a esta fuente, que no deja de experimentar en ubicaciones y prototipos más eficientes y competitivos. Aerogeneradores flotantes en el mar y turbinas eólicas aéreas, demuestran que están tomando otro camino más sustentable.

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Si observamos las empresas protagonistas de este sector, y los países de origen de las mismas, aparecen liderando el mercado: Dinamarca, China, Estados Unidos, España y Alemania. Estos cinco países acaparan alrededor el 90 por ciento de la oferta mundial. La demanda se comporta de forma dinámica y cambiante, porque tiene una relación muy fuerte con las políticas que va adoptando cada país a favor de las energías renovables. Entre los principales mercados se encuentran China, Estados Unidos y Brasil.

El Observatorio Europeo de las Energías Renovables declaró en su balance anual que en el 2017 el parque eólico global superó el medio millón de megavatios de potencia. Según este organismo, dependiente de la Comisión Europea, hasta finales de marzo del año en curso el mundo tiene ya instalados 539,2 MGW. De acuerdo con el Primer Consejo Global de la Energía Eólica, esta es hoy la tecnología más competitiva de cuantas se disputan el nuevo escenario energético global y sus precios descenderán notablemente durante las próximas décadas.

Cuba, a pesar de ser un país subdesarrollado, también apuesta por el uso de las energías limpias (FRE). Según declaraciones de Alfredo López Valdés, ministro de Energía y Minas, el programa para cumplir tales objetivos contempla producir siete mil 316 GW/h al año con esas fuentes; sustituir 1,75 millones de toneladas de combustible por 12 meses y dejar de emitir a la atmósfera seis millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).

Describió López que la energía eólica representará el seis por ciento de toda la oferta nacional en esta esfera, con 633 megawats, y para ello prevén la construcción de 14 parques. Tres se erigirán con créditos gubernamentales: La Herradura-1 y La Herradura-2, financiados por China; y Río Seco I, en Holguín, con fondos de la India.

mapa-eolico-cubanoOtros 11 serán edificados mediante inversiones extranjeras: cuatro en Maisí, Guantánamo (Punta Fraile I y II, y Punta Quemado I y II); cinco en Holguín (Gibara III, Los Jagüeyes, Río Seco II, Cabo Lucrecia y Punta de Mulas); uno en Manatí (Las Tunas) y otro en Camagüey (Playa Piloto).
A los inversionistas extranjeros, una vez que empiecen a funcionar los emplazamientos que construyan, se les comprará la energía, y cuando hayan recuperado su inversión y obtenido sus utilidades, esas instalaciones pasarán a formar parte del patrimonio nacional.

ENERGÍA LIMPIA Y RENTABLE: UN BENEFICIO MAYÚSCULO

Se espera que a principios del 2019, al menos un circuito de La Herradura-1 entre en funcionamiento y genere electricidad. No obstante, los especialistas tuneros señalaron que el cronograma final está supeditado a complejos procesos logísticos y solo comenzará la ejecución, cuando definan la Ingeniería Básica y de Detalle con el proveedor extranjero. Actualmente, culminan la preparación de ambas áreas y esperan el arribo a suelo cubano de las primeras cargas en los próximos meses, lo que permitirá iniciar la cimentación en septiembre.

Calculan que La Herradura-1 generará aproximadamente 134,5 GW/h de electricidad anuales, lo que implica un ahorro de combustible de más de 37 mil 600 toneladas y evitar las emisiones a la atmósfera de 116 mil 32 toneladas de CO2. Por su parte, La Herradura-2 tendrá una generación anual de 146,38 GW/h, se ahorrarán 40 mil 98 toneladas de combustible y eliminará 126 mil 56 toneladas de CO2.

elen matriz 2030En el 2030, el 24 por ciento de la energía en Cuba será a partir
de fuentes renovables.
La concreción de los proyectos de La Herradura-1 y La Herradura-2 marcan una nueva etapa para el desarrollo de esta fuente renovable en Cuba, luego de que molinos de viento y parques experimentales sirvieran tanto para generar electricidad a pequeña escala, como para bombear agua, regar cosechas y aplacar la sed del ganado.

Se trata de una tecnología que contribuirá al proyecto de cambiar la matriz energética nacional con el propósito de eliminar la dependencia de los combustibles fósiles y, al mismo tiempo, disminuir la carga contaminante. Los avances al respecto son posibles por la voluntad política gubernamental y la calificación de la fuerza laboral que ha creado la Revolución Cubana.

Elena Diego Parra y José Armando Fernández

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