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La sede corporativa de EDP en Oviedo, obra del arquitecto Joaquín Vaquero Palacios, recibió hoy la placa que lo acredita como parte del registro de la Fundación DOCOMOMO Ibérico. En el acto estuvieron presentes el presidente de la Fundación DOCOMOMO Ibérico, Celestino García Braña, la decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente Landázuri, el vocal de cultura del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, José Ramón Puerto Álvarez, el consejero delegado de EDP España, Miguel Stilwell de Andrade, y el consejero director general de EDP España, Javier Sáenz de Jubera.
El edificio, finalizado en 1968, formará parte, dentro del catálogo de la Fundación DOCOMOMO, del registro de “Los equipamientos modernos”.
El presidente de la Fundación DOCOMOMO Ibérico, Celestino García Braña, señaló que “con la inclusión de este edificio en el catálogo del DOCOMOMO Ibérico, reconocemos el valor arquitectónico de la obra de Vaquero Palacios, igual que se hace con alguna de sus instalaciones hidráulicas, construcciones que hoy en día aún cuesta que sean tenidos en cuenta por el público”.
Por su parte, la decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente Landázuri, explicó que “la arquitectura del siglo XX no está suficientemente reconocida” y ha puesto en valor la intención arquitectónica de Vaquero Palacios al realizar el edificio de la sede de EDP. “Acababa de llegar de Estados Unidos y reflejó en esta obra la vanguardia que había vivido allí”, comentó.
El consejero delegado de EDP España, Miguel Stilwell de Andrade, indicó que “además de la sede corporativa, la obra de Vaquero Palacios está muy vinculada a EDP, pues se extiende a otras instalaciones, como la subestación eléctrica de Carrió, las centrales hidráulicas de Proaza, Salime, Miranda, Tanes y la central térmica de Aboño. En ellas integró, de forma magistral, arquitectura, pintura, escultura e ingeniería”.
Este mes de mayo, la sede corporativa de EDP cumple 49 años. El primer acto que tuvo lugar en el edificio fue una Junta General de Accionistas, en la que se presentaron los resultados de la compañía de 1967.
En la actualidad, más de 650 personas trabajan en el edificio, entre empleados de la compañía, de empresas colaboradoras y estudiantes de la Universidad de Oviedo que realizan prácticas formativas en las distintas áreas de EDP.
El proyecto de la sede de EDP fue planteado como rascacielos, edificio vertical exento para sede de empresas. Sin embargo, las ordenanzas municipales limitaban la altura de la cornisa. Por esta razón, y por la permisividad para elevar pisos retirados de la alineación, Vaquero Palacios retranquea el edificio en altura y planta, alejando de la acera el volumen de mayor superficie y verticalidad.
“Como en todas sus obras, Vaquero busca la integración de las artes plásticas, con aportaciones murales”, explican en la web de la Fundación DOCOMOMO, donde añaden que “la estructura es de hormigón armado, modulada con muro cortina de vidrio transparente en vanos y opaco negro en paños, entre perfiles de acero fijados a la estructura, aprovechados como recurso compositivo, pero también para ocultar bajantes de pluviales”.
DOCOMOMO es la sigla de Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement, una organización internacional creada en 1990 con el objetivo de estudiar y documentar la arquitectura del movimiento moderno con el fin de lograr su reconocimiento como parte de nuestra cultura del siglo XX, su protección patrimonial y conservación.
Para lograr este propósito, ha sido indispensable detectar qué edificios constituyen este patrimonio, conocer las circunstancias que les dieron origen, documentar los proyectos que las generaron y evaluar sus condiciones actuales. Este trabajo constituye el Registro DOCOMOMO Ibérico, en el que se encuentran unas 1.200 obras.
Para completar los actos de reconocimiento del edificio, hoy, a las 19:00 horas, en la sede ovetense del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, tendrá lugar una conferencia sobre la Fundación DOCOMOMO, a cargo de su presidente, Celestino García Braña, y sobre la sede corporativa de EDP, por parte del arquitecto José Antonio Pérez Lastra.
