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La propuesta de impulsar una interconexión energética global es un ambicioso proyecto que traerá ventajas económicas a diversas regiones, destacaron este miércoles expertos argentinos.
En una entrevista exclusiva, Xinhua dialogó con los integrantes de la consultora Asia Viewers, un equipo dedicado a la investigación sobre temas de Asia, en torno al desarrollo de una interconexión global de energía, iniciativa propuesta por el presidente de China, Xi Jinping, el 26 de septiembre de 2015 en la Cumbre de Desarrollo de la ONU, que tiene como objetivo promover una manera limpia y verde de satisfacer la demanda mundial de energía eléctrica.
«La idea de una ‘Interconexión Global de Energía’ es uno de los proyectos de energías renovables más ambiciosos de la actualidad. Se proyecta la generación y distribución mediante una red global de ultra alta tensión (UHV) de energías limpias que promuevan la unidad mundial mediante la democratización y el abaratamiento del acceso a la energía», explicaron los analistas Nadia Radulovich, Andrés De Nichilo, Martín Dukart y Cecilia Peralta.
«La idea de parques eólicos y solares que sirvan a una red de países sin afectar el entorno ambiental se planifica para el 2050, aunque es difícil de establecer una fecha fehaciente de implementación, ya que requiere del acuerdo de los países involucrados», precisó Radulovich.
La analista resaltó que «el sistema de ‘Interconexión Global de Energía’ es promovido como una cooperación Sur-Sur y Sur-Norte, con el fin de ayudar a transformar los recursos en ventajas económicas en regiones como Asia, África y Sudamérica».
En países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se han establecido convenios para la interconexión de transmisión o generación compartida de energía eléctrica, en medio del establecimiento de un marco regulatorio al respecto.
En marzo del año pasado se estableció oficialmente en Beijing la Organización de Cooperación y Desarrollo para la Interconexión Global de Energía, convirtiéndose en la primera organización internacional en el campo de la energía creada por China, y la primera con 80 miembros, provenientes de los cinco continentes.
Se considera que la fusión de la red de energía, la red de información y la red de transporte es una tendencia inevitable del desarrollo mundial. La red de transporte y la red de información ya se han interconectado, mientras que la conexión de la red de energía se ha quedado atrás.
El diseño de una interconexión global de energía es una plataforma base para el desarrollo, transporte y uso de la energía limpia en todo el mundo a gran escala, en un sistema que se divide en tres etapas: interconexión nacional, interconexión continental e interconexión intercontinental.
De Nichilo recordó que recientemente, «Liu Zhenya, presidente de la Organización de Cooperación y Desarrollo para la Interconexión Global de Energía, durante una reunión de la Comisión de Energía, de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico planteó que el problema de energía radica, principalmente, en que los recursos energéticos mundiales no están distribuidos de forma uniforme, y que incluso, las áreas ricas en recursos, en general, no tienen la infraestructura o la capacidad logística para poder valerse de éstos».
Consultados sobre cuán valioso puede ser el proyecto en el caso de Argentina, Peralta enfatizó que «la propuesta de una red de energía interconectada global (GEI) planteada por la State Grid Corporation de China (SGCC) resulta sumamente interesante en el caso de la Argentina, en particular en estos momentos en los que se está impulsando con tanta fuerza la reconversión de la matriz energética para incluir una mayor proporción de energías limpias en la oferta disponible a nivel local».
En Argentina, la nueva ley 27.191 de Energía Renovables, establece como meta la generación de 8% de energías limpias sobre la matriz energética nacional para diciembre de este año y a 20% para 2025: «Lamentablemente, hoy en día sólo el 2% de la energía proviene de fuentes renovables», puntualizó Dukart.
En ese marco, rescató que «el panorama parece más promisorio hoy en día en el sector energético con la puesta en marcha del Programa Renovar, que en sus primeras etapas adjudicó 59 proyectos por 2.423 MV, equivalentes a una generación de 8.371 GV por hora al año, de los cuales 71% provendrá de la energía eólica; 26% de la solar y el 3% restante de pequeños aprovechamientos hídricos, biomasa y biogas».
«En ese sentido, el aporte de China es sustancial para el desarrollo de energías limpias en Argentina mediante la transferencia de tecnología, el financiamiento a bajas tasas de interés y las inversiones de empresas privadas, como Envision Energy, Powerchina, Shanghai Electric entre muchas otras, que han pisado fuerte en la apertura del mercado energético argentino y se prevé que lo seguirán haciendo en las subsiguientes etapas del programa Renovar», enfatizó Peralta.
Para Radulovich, «es fundamental que Argentina pueda cumplir con las metas propuestas, para lo que necesitará de la cooperación e inversión de países como China, que también lidian con su propio proceso de reconversión energética en función del acuerdo alcanzado entre 195 países en la Cumbre de París contra el cambio climático en diciembre de 2015».
«El mundo afronta problemáticas que requieren de la cooperación y la acción coordinada de la comunidad internacional y el cambio climático es uno de los temas que permiten intensificar el trabajo en conjunto para el desarrollo económico sustentable y sostenible que permita la generación de oportunidades sobre la base del respeto al medio ambiente», consideró De Nichilo.
Con vistas al futuro, dijo que «sería recomendable que la Argentina tome la oportunidad de estar desde el primer momento en la mesa de unas negociaciones que sin duda serán largas, pero indudablemente beneficiosas en los próximos años».
«Resultará fundamental haber tenido la oportunidad de considerar desde un momento inicial del desarrollo de estas mejores fuentes de generación de energía en el país y su sistema de distribución hacia los grandes centros de consumo, las mejores prácticas y nuevos estándares globales tendientes a permitir, llegado el momento, una interconexión regional e incluso global de las redes energéticas con todas las ventajas y oportunidades que eso conllevará en cuanto a permitir estabilidad y mejor calidad del servicio para un universo cada vez mayor de usuarios», destacó Dukart.