Bolivia pone en marcha parque eólico con aerogeneradores alemanes

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La instalación del parque eólico de Qollpana comenzó en 2014 con la producción de 1,5 megavatios con dos aerogeneradores.

El parque eólico de Qollpana, ubicado en el departamento boliviano de Cochabamba, producirá desde el viernes unos 24 megavatios de electricidad con ocho aerogeneradores fabricados por la empresa alemana Enercon, informó el miércoles el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez.

La instalación del parque eólico de Qollpana comenzó en 2014 con la producción de 1,5 megavatios con dos aerogeneradores, cuyas aspas son movidas con vientos que alcanzan más de 50 kilómetros de velocidad por hora.

Andrés Dorado, de la unidad de proyectos eólicos de la Empresa Eléctrica Corani, explicó que los ocho generadores tienen un costo de 64,5 millones de dólares y fueron instalados por técnicos de la empresa española TSK.

Tras el éxito de la primera y segunda fase de construcción del parque eólico, la compañía proyecta un tercer proyecto para alcanzar un total de 50 megavatios de electricidad mediante instalación de otros 17 aerogeneradores, con un costo adicional de 95 millones de dólares.

“Realizamos una evaluación técnica de los proyectos eólicos que existen en Bolivia, y decidimos apoyar a ENDE Corporación (Empresa Nacional de Electricidad Bolivia) y a la Empresa Eléctrica Corani a planificar de manera inteligente la ubicación de los proyectos y el equipamiento que tenga cada uno de ellos”, señaló a dpa la representante de Enercon, Carla Tapia.

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La capacidad de generación eléctrica de Bolivia es de 1.524 megavatios (MW). Un 65 por ciento (996 MW) proviene de centrales termoeléctricas, un 32 por ciento (482 MW) de centrales hidroeléctricas, mientras que un 1,5 por ciento (21 MW) proviene de biomasa y un porcentaje similar (25,5 MW) de energía eólica.

Con la instalación de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas en los próximos dos años, Bolivia podrá exportar electricidad a Argentina y Brasil, según un estudio técnico de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Unión Europea (UE) y el banco alemán de desarrollo KfW.