Programa Renovar: Arranca la competencia

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El programa RenovAr apunta a generar 1.000 MW entre eólica, solar y biomasa. Esto demandará inversiones por u$s 1.800 millones y se crearán 8.000 empleos directos. La oportunidad para las empresas locales.

En el marco de la nueva Ley de Energías Renovables, el programa RenovAr despertó el interés de inversores y empresarios. En una primera etapa, se subastará la generación de 600 MW eólicos, 300 MW solares fotovoltaicos, 65 MW de plantas de biomasa, 20 MW de mini centrales hidroeléctricas y 15 MW de biogás.

Quienes participan en esta instancia de las licitaciones de venta de energía a Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista) son desarrolladores e inversores, tanto locales como internacionales, que a su vez deberán cerrar contratos con proveedores de equipos y componentes.

Según adelantó el subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind, la generación de 1.000 MW de potencia en renovables «demandará inversiones por entre u$s 1.500 y u$s 1.800 millones, y se generarán entre 5.000 y 8.000 empleos directos». De este modo, según el funcionario, ?se subiría el 1,8% actual al 4,5% la participación de renovables en la matriz energética y se generaría un ahorro de u$s 300 millones anuales en la importación de energía, tomando como base un barril de petróleo a u$s 50″.

Impulso a la industria local

En un escenario económico que arrastra cuatro años de estancamiento, la industria de renovables es uno de los pocos sectores que permiten el optimismo.

Los pliegos de licitación recientemente lanzados incluyen incentivos para la integración de industria nacional, aunque no establecen un porcentaje mínimo obligatorio. No obstante, se estableció un certificado fiscal para los desarrolladores que en sus proyectos de inversión acrediten un porcentaje de integración de componentes nacionales del 60 % (reducible a 30 %) en las instalaciones, excluida la obra civil y montaje.

«Ya se advierte movimiento y generación de trabajo en distintos segmentos, como ingenieros que hacen estudios de Impacto Ambiental y de conexión a las redes», afirma Juan Bosch, titular de Saesa, comercializadora de energía para el sector comercial e industrial. «También se están contratando contadores, abogados y consultores para la constitución de sociedades, su capitalización, obtención de permisos y colocación de excedentes de energía». La construcción y puesta en marcha de parques eólicos, solares y de generación por biomasa «impulsará la provisión de equipamiento, bienes y servicios; obras de conexión eléctrica, alojamiento, movilidad y alimentación para los trabajadores», vaticina.

Viento a favor

«Argentina cuenta con recursos naturales, tecnológicos y humanos para un despegue de las renovables», asegura por su parte Rubén Fabrizio, director ejecutivo del Clúster Eólico Argentino. La entidad agrupa a 70 empresas locales que fabrican partes, equipos y componentes para aerogeneradores y parques eólicos. «Hoy existe una cadena de valor consolidada de la energía del viento», apunta Fabrizio. «Contamos con fabricantes de componentes metálicos, torres y estructuras, partes mecánicas del generador, transformadores, cables, celdas, interruptores y otros equipamientos eléctricos y electrónicos a lo largo del territorio nacional.

Argentina es el único país del hemisferio sur con tecnología eólica propia. Empresas como NRG Patagonia IMPSA en INVAP desarrollan y producen generadores eólicos de alta calidad y adaptados los vientos locales. La licitación de 600 MW de energía eólica del plan RenovAr representará una inversión de u$s 1.200 millones para este sector. En los últimos meses se han puesto en marcha una serie de proyectos asociativos público-privados por más de 350 millones de pesos.

Con la energía del sol

El desarrollo de las energías renovables no se limita a la eólica. En los últimos años los avances en fotovoltaica y termosolar fueron muy importantes. La provincia de San Juan cuenta con el parque de energía solar Cañada Honda, el mayor del país. Creado en 2012, permitió ahorrar más de u$s 10 millones en importaciones de combustibles fósiles.

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La firma Sungreen, creada en 2009 por Alexandra Tovar y dos socios, comenzó fabricando termotanques solares, climatizadores de piletas y paneles fotovoltaicos para iluminación, y hoy ofrece soluciones mixtas que incluyen aerogeneradores.

Eólica Impsa inaugura su fábrica de aerogeneradores

«Estamos ante un cambio cultural, en el que las personas deberán adaptarse a utilizar energías renovables para disminuir su impacto ambiental y ser más eficientes», destaca la emprendedora. Para Bosch, de Saesa, «Argentina aún no despegó en materia de energía renovable. Tenemos menos de 200 MW instalados entre eólico y solar, lejos de los 1.400 MW de Uruguay o los más de 8.000 MW de Brasil. Con la Ley de Renovables abre expectativas favorables, no sólo porque ayuda a cumplir el Acuerdo Climático de París (firmado en diciembre 2015 y ratificado por Argentina en abril) sino también por la necesidad de encontrar respuesta a la actual crisis energética», destaca.

Aprovechar la Biomasa

La utilización de biomasa, esto es, materia orgánica de origen vegetal o animal, incluyendo los residuos para generar energía tiene un bajo aprovechamiento respecto de su potencial en el país.
La Asociación Maíz Argentino (Maizar) presentó recientemente un estudio que refleja las ventajas de utilizar biogás.

El documento, titulado «El futuro de las bioenergías», destaca que «a través de biodigestores que transforman el gas metano en biogas, tanto a partir del cultivo como de residuos agropecuarios y agroindustriales, se obtiene un combustible de calidad y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)», responsables del Cambio Climático. Este tipo de proyectos pueden financiarse con fondos verdes específicos creados a partir del acuerdo climático de París.

La hora de la eficiencia

Parte de la crisis energética que atraviesa hoy la Argentina se debe a su uso irracional. Según el informe ?Escenarios Energéticos 2013/2030?, de la Fundación Vida Silvestre y un grupo de ONG, «las políticas de eficiencia energética permitirían reducir el consumo evitando importar 6000 MW de energía?, equivalente a dos represas como Yacyretá.

«La eficiencia energética es uno de los grandes temas pendientes en el país», apunta Carlos Tanides, profesor e investigador del Grupo Energía y Ambiente de la Facultad de Ingeniería de la UBA. «No requiere grandes obras e inversiones, pero sí un cambio educativo y cultural», destaca.
Normativas puntuales como el etiquetado de eficiencia y la posibilidad de volcar a la red la energía limpia generada por establecimientos comerciales e industriales (hasta ahora, sólo está reglamentada en las provincias de Santa Fe, Salta y Mendoza), se reduciría considerablemente el consumo.

Las tecnologías para el ahorro energético están disponibles, pero a veces no llegan al mercado. Es el caso de los calefones sin piloto, producidos en el país para exportar. El año pasado se presentó una ley que impulsaba su uso para evitar el consumo pasivo de unos 3 millones de m3 al día de gas. Sin embargo, la iniciativa no fue tratada en el parlamento.

La eficiencia energética es fundamental en la transición hacia fuentes limpias y renovables. Usar en forma racional los recursos y cambiar gasoil importado por viento y sol argentino, no sólo son formas de agregar valor, generar industria, desarrollo y trabajo argentino, sino que además generan beneficios sociales, económicos y ambientales.

1.000 MW saldrán a licitación en la Ronda 1 del Programa RenovAr.

200 MW instalados tiene el país, entre energía eólica y solar.

u$s 10 millones en importación de combustibles se ahorran con el parque solar Cañada Honda, sito en San Juan.

por MARIA GABRIELA ENSINCK

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