Vivir cerca de un parque eólico no daña la salud, según un estudio realizado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). El informe ha tenido en cuenta efectos sobre la salud como el estrés, el malestar o las alteraciones del sueño, efectos que han sido achacados en algunas ocasiones al hecho de vivir cerca de aerogeneradores. Los autores del informe han considerado una serie de casos en Europa y EEUU para evaluar el impacto del infrasonido y la calidad de vida de las poblaciones cercanas a los parques eólicos. Las quejas de los residentes fueron más comunes durante la construcción de los parques eólicos. “No se ha encontrado ningún vínculo claro ni consistente entre el ruido de los aerogeneradores y cualquier enfermedad reportada u otro indicador de daño a la salud”, según el informe. Según un caso estudiado en Polonia en relación al ruido de las turbinas, las personas que viven cerca de parques eólicos tienen la mayor calidad de vida y los que viven a más de 1.500 metros, la peor. Iván Pineda, responsable de Análisis Político en la Asociación Europea de Energía Eólica, ha indicado que “estos resultados deben enterrar cualquier preocupación que se pueda tener respecto a vivir cerca de aerogeneradores”. Las mediciones de sonido de baja frecuencia (LFN), infrasonido y sonido tonal han mostrado que los aerogeneradores emiten infrasonidos, pero que las perturbaciones a los hogares están muy por debajo de los niveles de audibilidad. Cuatro grandes aerogeneradores y 44 pequeños han sido objeto de investigación para este estudio en los Países Bajos. La conclusión ha sido que los niveles de infrasonido no ocasionan problemas en zonas residenciales y que no se superan los niveles de otras fuentes de ruido comunes, como el tráfico. Este estudio ha sido financiado por la Asociación Canadiense de Energía Eólica (CanWEA) y la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA). Ninguna de las organizaciones ha participado en el estudio, realizado de manera independiente por el MIT. Para consultar el estudio, pincha aquí. aerogeneradores, CanWEA, EWEA, Massachusetts Institute of Technology, salud

Europa instaló 12.800 nuevos megavatios de eólica en 2015

REVE

El año pasado, el 44% de la nueva potencia eléctrica europea fue eólica, según los datos de EWEA, mientras en España no se instaló ni un solo megavatio.

La energía eólica fue la estrella en Europa en 2015: se instalaron un total de 12.800 MW (9.766 MW terrestres y 3.034 MW marinos), el 44% de la capacidad instalada total, lo que la sitúa como la tecnología que más creció en el año, según los datos de la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA). En total, la potencia eólica europea alcanza los 142.000 MW, puede generar 315 TWh y cubrir el 11,4% de las necesidades de electricidad de la UE.
Con 6.013 nuevos megavatios, Alemania acaparó casi la mitad (el 47%) de la potencia instalada en el año, seguida por Polonia (1.300 MW), Francia (1.000 MW) y Reino Unido (975 MW). España, con ningún megavatio instalado en el año, se quedó fuera de los 26.400 millones de euros invertidos en el sector eólico, un 40% más que en 2014. Tan sólo algunos países del Este de Europa, como Bulgaria, la República Checa, Hungría o Eslovenia, cerraron el año también en blanco.
Giles Dickson, consejero delegado de EWEA, destaca que “la eólica es la fuerza que arrastra la transición energética de la UE. Es una industria madura, que tiene sentido económico y contribuye significativamente a los objetivos de seguridad energética y competitividad europeos”. No obstante, añade que “el crecimiento es desigual en el territorio. La eólica no lo está haciendo tan bien en países en los que la regulación no está clara y/o no es eficaz; los inversores y los promotores se van a otro sitio”.
España es un claro ejemplo: la última legislatura ha sido la menos eólica desde 2000, ya que sólo se han instalado 1.932 MW como resultado primero de la moratoria verde y después, de la Reforma Energética, que alejó la seguridad jurídica del país. Es más, desde que entró en vigor el nuevo sistema retributivo en 2013, sólo se han instalado 27 MW, un 1,4% del total acumulado en la legislatura.
La principal consecuencia de la parálisis de la eólica es que España se aleja de los objetivos europeos de consumo de energía a través de fuentes renovables en 2020, que son vinculantes. La única posibilidad es que se den los pasos adecuados –recuperar la seguridad jurídica, lanzar un calendario de subastas, entre otras cosas– para cumplir con la Planificación Energética a 2020 aprobada por el Gobierno, que cifra en 6.400 MW las necesidades de potencia eólica para cumplir con Europa.
Según EWEA, la UE en su conjunto debería mostrar más ambición en materia de renovables si quiere mantener el liderazgo en el sector. Hoy sólo 6 de los 28 estados miembros tienen objetivos y políticas más allá de 2020.
Para consultar el comunicado de EWEA en inglés, pincha aquí.

Para consultar el informe completo, pincha aquí.