La gestionabilidad en el nuevo mix eléctrico, por Luis Crespo

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Todas las tecnologías de generación de electricidad, convencionales y renovables, han contado y cuentan con apoyos en todo el mundo.

Todas las tecnologías de generación de electricidad, convencionales y renovables, han contado y cuentan con apoyos en todo el mundo, por cierto las ayudas a las convencionales son todavía más de cinco veces superiores a las renovables lo que parece un gran contrasentido cuando se quiere avanzar a un mix de generación exento de emisiones. Algunas tecnologías renovables han conseguido alcanzar una gran implantación mundial que se ha visto acelerada por la paulatina reducción del coste de generación, que, en muchos emplazamientos es actualmente similar al de las tecnologías convencionales.

Esta situación favorecida por la incorporación de innovaciones tecnológicas y el impacto en la reducción de costes de la fabricación en serie ante los grandes volúmenes instalados ha permitido que el sector de las renovables haya llegado a una situación que hace pocos años hubiera parecido utópica: la inversión anual mundial en nueva potencia instalada en renovables supera a la de los ciclos combinados, centrales de carbón y centrales nucleares juntas.

Y lo que es más relevante: este crecimiento de las renovables y disminución de las convencionales, se verá incrementado en el futuro inmediato por puros motivos económicos (y no solo medioambientales), por lo que el cambio de modelo energético está en marcha y es imparable a pesar de los intereses de las empresas energéticas tradicionales por ralentizarlo.

Ahora bien lo que ha estado muy bien para catalizar el cambio de modelo tiene hoy en día un importante desafío que no es otro que lograr un mix de generación equilibrado, con un alto grado de gestionabilidad y firmeza.

Un claro ejemplo es lo que está pasando en los países emergentes del cinturón solar en rápido crecimiento, cuyas necesidades de abastecimiento de la demanda a cualquier hora del día se van a duplicar en los próximos años. Una gran contribución de las renovables fluyentes llevaría aparejada la doble inversión de capacidad en ciclos combinados, cuyo coste de generación sería muy alto al restarles dichas renovables horas de operación durante el día. Aunque a corto plazo, gracias a la disponibilidad de cierta capacidad de respaldo, estos países pueden ‘pintar de verde’ su mix energético con renovables fluyentes, tendrán que incorporar mas pronto que tarde un porcentaje relevante de centrales termosolares de respaldo, en línea con lo que pronostica la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Este está siendo el caso de países con un desarrollo de capacidad renovable bien orientado como Marruecos o Suráfrica

De hecho, la AIE en su último Roadmap solar pone en valor la complementariedad de la termosolar y la fotovoltaica: mientras mayor sea el aumento de la fotovoltaica instalada, más se incrementará la utilidad de la termosolar, gracias a su capacidad de hibridación o almacenamiento energético, al margen de contribuiral consumo durante el día y aportar su producción en los picos del atardecer y primeras horas de la noche.

En España, la actual sobrecapacidad de potencia firme que aportan ciclos combinados, térmicas de carbón, nucleares e hidráulica, ha permitido una gran penetración de la energía eólica, cuya contrapartida ha sido reducir, en estos años pasados, hasta valores simbólicos y a veces cero, en una buena parte de horas al año, el precio del pool. Pero dicha capacidad de potencia firme tiene fecha de caducidad con el deseable cierre de las obsoletas y contaminantes centrales de carbón, de las nucleares –al llegar al final de su vida operativa– y de varios ciclos combinados que no pueden cumplir sus planes de negocio y cuya vida es inferior al de las otras tecnologías.

España debe y puede afrontar esta transición, con una planificación en la que se preste la conveniente atención a la gestionabilidad de la generación renovable, reforzando el papel del parque termosolar.

El coste de la generación termosolar también se ha reducido considerablemente en los últimos años aunque el factor volumen, 4 GW termosolares comparados con los 400 GW eólicos o los 200 GW fotovoltaicos, sitúa a esta tecnología con un gran margen de reducción si se continua con la instalación de nuevas centrales. El que algunas renovables hayan llegado a alcanzar la competitividad gracias al apoyo prestado a ese gran volumen de instalaciones no debe condicionar los necesarios apoyos a tecnologías como la termosolar que serán esenciales para poder conseguir un mix de generación sin emisiones.

Es por ello que en la nueva planificación la termosolar tiene que tener un adecuad espacio, aunque necesite todavía un apoyo adicional. La apuesta por esta tecnología, servirá una vez más para que España continue siendo referente ante el emergente mercado mundial Desgraciadamente, no abundan los sectores en los que podamos afirmar que España ocupa una posición de liderazgo mundial y sería muy triste que lo perdiéramos.

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