Ecuador, potencia renovable

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La implantación de hidroeléctricas, focos ahorradores, energía eólica y cocinas de inducción, equivale a dejar de emitir a la atmósfera 11 millones de toneladas de CO2 al año, recordó.

El vicepresidente Jorge Glas ratificó hoy a Ecuador como una potencia en energías renovables, ante el cambio de la matriz productiva.

El ecosistema para el cambio de la matriz productiva, la economía de la innovación está ahí, manifestó Glas durante una entrevista al programa radial Habla Ecuador.

Esta nación es una potencia energética, validado por la apertura -hasta 2016- de ocho hidroeléctricas (Coca-Codo-Sinclair, Sopladora, Minas-San Francisco, Delsintanisagua, Manduriacu, Mazar-Dudas, Toachi-Pilatón y Quijos), afirmó.

Las obras, acentuó el vicemandatario, forman parte importante del cambio de matriz productiva de Ecuador.

Ya se inauguró Manduriacu y para este año se tiene previsto la puesta en marcha de dos más, señaló.

Es el comienzo, puntualizó Glas, porque sin energía no hay desarrollo, es preciso construir carreteras, puertos, aeropuertos, puentes, garantizar servicios ciudadanos, escuelas del milenio, universidades, y centros de salud.

Especificó que con el funcionamiento de las hidroeléctricas, el país podrá abastecerse de energía e incluso exportarla.

La importancia de producir energía con las hidroeléctricas radica en utilizar un recurso natural renovable como el agua, insistió; las generadoras usan el vital líquido que pasa por una turbina y la devuelve al río en mejores condiciones, porque ha sido oxigenada.

Para Glas, ese tipo de generación representa un escenario de crecimiento, y el agua es para la vida como la energía para el desarrollo.