E.ON vende su filial española a tres fondos

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E.ON se ha visto afectada en España por el recorte de las primas a la eólica y a la termosolar.

En el negocio de las energías renovables E.ON cuenta con activos eólicos (incluye sus instalaciones en Portugal), centrales de termosolar y minihidráulicas.

La central hidroeléctrica de bombeo situada en San Miguel de Aguayo (Cantabria), en la que la compañía ha invertido 600 millones, prevé ampliar la instalación con 1.000 megavatios adicionales.

E.ON venderá su filial española probablemente al fondo australiano Macquarie Group y Wren House Infrastructure Management, filial del fondo soberano de Kuwait, que pagarían 2.500 millones incluida la deuda.

Mac quarie, el fondo australiano, aportará el 60% del capital y Wren House Infrastructure Management, el 40% restante.

Una vez cerrada la operación, el fondo Macquarie tiene previsto separar los activos en dos compañías, una con los activos regulados y la otra, con los no regulados, cada una financiada de forma independiente.

La venta de la filial española no es consecuencia de los cambios regulatorios en el país, sino que se enmarca dentro de la política del grupo de rotación de activos y de reenfocar su negocio, que se ha visto afectado por la competencia de la energía renovable en el mercado alemán, el cierre de las nucleares, los golpes regulatorios en Europa con ajustes también en las centrales de carbón y por la tibia demanda de energía generada por la crisis.
Crecimiento del 50%

E.ON presenta en tres divisiones su negocio: generación, comercialización y distribución. En total, esperan un ebitda de 281 millones de euros para 2014 y un capex o capital para la inversión de 93 millones de euros. El grupo cuenta con 1.000 empleados y una capacidad de generación convencional y renovable de 4.500 megavatios. También dispone de 29.390 kilómetros de distribución y 662.300 clientes, tanto en el negocio liberalizado como regulado de electricidad.