Chile duplica en un año energías renovables, eólica, termosolar, geotérmica y energía solar fotovoltaica avanzan

REVE

Las recientes modificaciones introducidas a la Ley Eléctrica han sido un buen punto de partida para el desarrollo de las energías (eólica, termosolar, geotérmica y energía solar fotovoltaica) y también la agenda energética lanzada recientemente por la Presidenta Michelle Bachelet.

Chile es generoso en recursos naturales; su naturaleza nos proporciona importantes masas de vientos (energía eólica); altos grados de radiación solar (energía fotovoltaica); desniveles en caídas de aguas (energía minihidroeléctrica); variación de mareas (energía mareomotriz); actividades productivas que generan materia orgánica apta para combustible (energía de biomasa); zonas con altas temperaturas subterráneas (energía geotérmica), entre otros recursos.

Ella tiene como uno de sus principales pilares “levantar las barreras existentes para las Energías Renovables No Convencionales”, con el compromiso de que un 45% de la capacidad de generación eléctrica que se instale entre los años 2014 y 2025 provenga de este tipo de fuentes. La meta está propuesta, pero hay que hacerse cargo de ciertos “lomos de toro” y cuya eliminación ayudará en la consecución de este objetivo, todos los cuales no fueron abordados de manera precisa en la agenda energética.

En efecto, existen dificultades para obtener el acceso a las redes de transmisión existentes, especialmente cuando éstas son de propiedad de generadoras o de un transmisor troncal; los criterios de conexión y los convenios propuestos por los dueños de las instalaciones son variados, por lo cual se requiere una mayor publicidad y estandarización. Se percibe cierta discrecionalidad en la fijación de los costos de conexión cuando quizás se podría considerar su tarificación; la ausencia de procedimientos claros de conexión a los sistemas troncales, de subtransmisión y adicionales se podría solucionar replicando el procedimiento regulado establecido para los Pequeños Medios de Generación Distribuido (generadores que se conectan a los sistemas de distribución).

Es necesario solucionar la incertidumbre en la definición de la capacidad excedentaria de una instalación y en el reconocimiento del derecho a hacer uso de ella cuando existen varios interesados en un mismo punto o instalación; asimismo, se deben dictar en el corto plazo los reglamentos pendientes para una total implementación de las ERNC. Existe incertidumbre sobre los requerimientos técnicos para la instalación de centrales y la entrega de información es escueta, lo que acentúa la urgente necesidad de un rol más activo de los CDEC; se deben simplificar los procedimientos para la obtención de los permisos ambientales y de uso de suelo y mejorar la coordinación entre los organismos del Estado en esta temática; entre otras materias. Finalmente, sería interesante explorar la posibilidad de modificar la ley en materia de concesiones eléctricas para ampliar su amparo a centrales de generación “no hidráulicas”, lo cual facilitaría el acceso a los terrenos, la resolución de conflictos por concurrencia sobre su superficie y la obtención del financiamiento para dichos proyectos.

Las trabas ya descritas, sumadas a los obstáculos propios de todo proyecto de energía (dificultades para obtener contratos de suministro, financiamiento, etc.), impiden el uso de los recursos naturales que existen en el país.

por Emilio Pohl y Eduardo Ecclefiel

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