Energías renovables: La eólica reduce las emisiones de CO2

Centrales eléctricas en EE UU deberán limitar emisiones de CO2

El Gobierno de Estados Unidos (EE UU) anunció que las nuevas centrales de energía eléctrica que funcionan a gas y carbón deberán someterse a los límites que planteará el Estado para las emisiones de dióxido de carbono (CO2), con el fin de limitar la contaminación al medio ambiente.

El Gobierno de Estados Unidos anunció por primera vez límites a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de las nuevas centrales de energía eléctrica que funcionan a gas y carbón, con miras a combatir el cambio climático; tras considerar que estas son responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en el país.
«El cambio climático es uno de los problemas de salud pública más urgentes y difíciles de nuestro tiempo. Tomando medidas sensatas para limitar la contaminación de CO2 de las nuevas centrales de energía, podemos minimizar los efectos del calentamiento global y cumplir con nuestras obligaciones para garantizar un ambiente seguro y saludable para nuestros niños», dijo la administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por su sigla en inglés), Gina McCarthy.
La administradora agregó, que «estas nuevas normas de contaminación también impulsarán la innovación que necesitamos para construir la próxima generación de centrales de energía, contribuyendo así a desarrollar una economía dependiente de energía más sostenible».
Según esta propuesta adoptada bajo la Ley de Aire Limpio (Clean Air Act), las futuras centrales a gas natural tendrán que limitar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a 453 kilos por megavatio-hora, y a 499 kilos por megavatio-hora para las unidades más pequeñas.
En cuanto a nuevas centrales de energía a carbón, éstas no podrán exceder los 499 kilos por megavatio-hora con la posibilidad de optar por límites medios más estrictos, pero repartidos en varios años.
Actualmente las centrales más modernas a carbón producen unos 800 kilos por megavatio-hora, según la industria.
Estas nuevas normas, que están sujetas a un proceso de consulta pública de 60 días antes de entrar en vigor, asegurarán que futuras centrales se construyan utilizando la última tecnología en energía limpia disponible para limitar la contaminación de CO2.
La iniciativa, anunciada el pasado 26 de junio por Obama en un discurso en la Universidad de Georgetown, fue muy criticada por la industria del carbón y por los congresistas republicanos, que denuncian que estas políticas dañan la economía del país; a lo que el mandatario respondió: «no tenemos tiempo para reunirnos con la sociedad de la tierra plana».
Durante el anuncio el presidente norteamericano acotó que podría vetar el proyecto Keystone XL para la construcción de un oleoducto entre Canadá y Texas si ocasiona un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.