Eólica en México: el parque eólico de Mareña Renovables con aerogeneradores de Vestas está en orden

REVE

Mareña Renovables pagó impuestos estatales y municipales y hace cuatro años cubrió la renta a los indígenas ikojts (huaves) propietarios de las tierras donde se instalarán los aerogeneradores de Vestas en el futuro parque eólico.

La empresa Mareña Renovables informó en tiempo y forma a los pueblos donde emprende el proyecto eólico istmeño San Dionisio, además de cumplir con todos los trámites legales y respetar las decisiones de las asambleas, indicó Edaena Saynes, gerente de Relaciones Comunitarias de la empresa. Acompañada por Laura Pardo y Alonso Serna, representante de Vesta Mexicana y gerente de Medio Ambiente de la empresa, respectivamente, explicaron las bondades del mayor parque eólico de México con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID).

Los representantes de Mareña argumentaron que han cumplido con todos los trámites, requisitos, permisos y acuerdos de asambleas requeridos para emprender el proyecto, respetando el medio ambiente y las decisiones de los pueblos y comunidades donde se efectúan los trabajos.

“No se viene a imponer nada, como se ha difundido. Legalmente ya se puede construir, porque tenemos todos los permisos debidamente legalizados, pues se ha cumplido con los estudios correspondiente de impacto ambiental y arqueológico, somos respetuosos de las voces”, explicó Saynes.

Con relación a la conservación del entorno, enumeraron las acciones ambientales realizadas y planeadas como el trasplante de flora, protección del manglar, reforestación, protección de tortuga marina, manejo adecuado de residuos, monitoreo de aves, rescate de animales, protección de la Liebre de Tehuantepec.

Además de los beneficios que obtendrá la comunidad; proyectos sustentables, obras de infraestructura comunitarias, generación de empleos y proyectos educativos.

PROYECTO AMBICIOSO

El proyecto consistirá en la construcción de 132 torres con aerogeneradores y una línea de transmisión de 54.37 kilómetros que conectará el parque con la red eléctrica. Se prevé una reducción de emisiones de dióxido de carbono hasta 879 mil toneladas de gases con efecto invernadero por año.

El préstamo del BID, sin garantía soberana, se otorgó a Mareña Renovables Capital, S.A.P.I. de C.V., controlada por el Fondo de Infraestructura Macquarie México y otros inversores.

Este proyecto de clase mundial tiene una capacidad de 396 megawatts de energía eléctrica renovable que generará el equivalente al consumo eléctrico de medio millón de hogares. 296 propietarios que rentan sus tierras comunales y privadas participan.

La vida útil del proyecto es de 30 años a partir de la construcción, aunque no se tiene previsto el abandono y desmantelamiento debido a que la demanda de la energía eléctrica no disminuirá sino al contrario se incrementará.

La generación de energía se dará a través de 102 aerogeneradores de 2. 5 MVA en la Barra de Santa Teresa, más 30 en Santa María del Mar. Los aerogeneradores son de dos mil 270 KW nominales con una altura de 80 metros de torre y tres palas que al girar abarcan una circunferencia de 80 metros de diámetros. Son de la marca Vesta de fabricación danesa.

El parque eólico San Dionisio se extenderá en una sólo fila a lo largo de 27 km, se concentrará en un brazo de tierra conocido como “Cabo Santa Teresa”. La infraestructura del proyecto; una Subestación Eléctrica Transformadora ( SET) Santa Teresa y SET Tileme. El acceso por tierra se realizará pasando por Álvaro Obregón hasta llegar a la Salinera del Istmo. El polígono del parque colinda con las poblaciones de San Mateo del Mar, Santa María del Mar, Pueblo Viejo y Álvaro Obregón.

RECONOCEN EQUÍVOCO

En tanto, miembros de la empresa admitieron que se equivocaron en la forma de presentar información a los ikojts sobre la operación del parque eólico, en particular sobre los beneficios para la comunidad.

“No lo hemos hecho muy bien, pero estamos a tiempo para subsanar esta deficiencia”, afirmó Jonathan Davis Arzac, presidente ejecutivo del Fondo de Infraestructura Macquarie, de Australia, una de las empresas integrantes de la multinacional, junto con la japonesa Mitsubishi Corporation y la holandesa PGGM.

Aseguró que el parque es un proyecto extraordinario de gran beneficio, donde no habrá perdedores sino que todos serán ganadores. No hemos sido atinados en la forma de difundir la información, y si no contamos con su respaldo, no tendremos éxito. Un proyecto de este tipo sin un proceso permanente de comunicación sería suicida.

Expuso que la trasnacional contrató a un despacho especializado para iniciar una campaña de difusión entre los indígenas sobre el funcionamiento del parque eólico y sus beneficios.

Reconoció que la desinformación generó rumores y mitos, como la pérdida del territorio, afectaciones al ambiente en la Laguna Superior, así como daños en la isla Tileme y otros lugares sagrados de San Dionisio del Mar.

“No se les quitarán sus tierras. Solamente se rentarán y podrán seguir utilizándolas para la siembra u otra actividad; no se dragará la laguna, ni se afectará el manglar ni se les quitarán sus lugares sagrados. La empresa respetará los usos y costumbres. No se cambiará la forma de ser de los indígenas ikojts. El pueblo es y será dueño de su destino”, insistió.

En tanto, el gobernador Gabino Cué afirmo que no hay ningún motivo para que la empresa multinacional Mareña Renovables suspenda la instalación del parque eólico San Dionisio en el municipio del mismo nombre –en el Istmo de Tehuantepec–,

Sostuvo que la multinacional obtuvo permisos y presentó los estudios ambientales requeridos por los gobiernos federal, estatal y municipal para establecer la central eólica.