Vestas Wind Systems, uno de los principales consorcios eólicos mundiales, anunció hoy una pérdida neta de 213 millones de euros en el primer semestre de 2013, un 25% más que un año antes. Vestas redujo su facturación un 16% en ese período hasta 2.281 millones, y la potencia instalada entre enero y junio fue de 1.757 megavatios, un 43% menos. La pérdida neta en el segundo trimestre pasó de 8 a 62 millones, mientras que la pérdida antes de impuestos aumentó de 5 a 38 millones, según el balance presentado hoy por la compañía.La facturación bajó un 26% entre abril y junio hasta 1.185 millones.La potencia instalada se redujo un 47% hasta 1.144 megavatios. Vestas informó también de la salida de la empresa, con efecto inmediato, del presidente y director ejecutivo Ditlev Engel, que ocupaba el cargo desde 2005. Engel será sustituido a partir del 1 de septiembre por el sueco Anders Runevad, director regional en Europa Occidental y Central del fabricante de equipos de telecomunicaciones Ericsson. “La compañía entra ahora en una nueva fase de realización de nuestro potencial de crecimiento. Estoy convencido de que Anders Runevad tiene la experiencia adecuada para dirigir la empresa hacia adelante”, señaló en un comunicado el presidente del consejo de administración, Bert Nordberg.

Eólica en Argentina: Vestas solicita arbitraje internacional por deuda impagada de un contrato eólico

REVE

Esa deuda corresponde a un pago remanente de un contrato de 102 millones de dólares firmado en 2010 para lo provisión por parte de Vestas de aerogeneradores para la construcción de un parque eólico en Rawson.

La filial chilena del fabricante de aerogeneradores Vestas solicitó un arbitraje ante la Cámara de Comercio Internacional por la decisión de la eólica argentina Genneia de pagar en moneda local una deuda en dólares.

Genneia confirmó la existencia de la controversia, que se inició cuando la generadora argentina comunicó a Vestas su intención de saldar en moneda local una deuda de 19,8 millones de dólares.

Debido a las restricciones cambiarias existentes en Argentina, Genneia alegó que, al haberse suscrito el contrato bajo legislación local, pagaría el saldo con pesos argentinos en la fecha estipulada de vencimiento.

Pero Vestas argumentó que el contrato fue pactado en dólares, por lo cual resolvió acudir a un arbitraje en la Cámara de Comercio Internacional, con sede en París.

«El dinero en pesos está disponible para el pago. Mediante abogados, hemos buscado llegar a un acuerdo, pero hasta ahora no se alcanzó una salida para un asunto de difícil resolución», señalaron las fuentes.

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