Un nuevo horizonte para las energías renovables

REVE

A comienzos de año les comenté sobre el increíble potencial del mar como fuente de energía eléctrica renovable y analicé las posibles ventajas y desventajas que ello implicaría en el ecosistema. En dicha oportunidad, comenzaban a advertirse algunos proyectos susceptibles de poner en práctica una energía limpia, beneficiosa tanto para el hombre como para la naturaleza.

Hoy, Europa y Estados Unidos son los protagonistas de iniciativas concretas que permiten construir un posible camino hacia un nuevo tipo de energía renovable.

UN PARQUE SUBMARINO

En diciembre de 2011 se inició una de las primeras etapas de un proyecto europeo que consistió en la instalación de una turbina subacuática frente a las costas de Escocia. Más precisamente, se ubica en la Isla de Eday, que integra el norte de las Islas Orcadas. El lugar fue elegido, según los especialistas responsables, «por contar con los mejores recursos en materia de energía mareomotriz del continente europeo». De hecho, las rápidas aguas que fluyen de las mareas alrededor de las islas brindan un panorama propicio.

La turbina HammerfestStrom HS1000, de 1 MW y 30 metros de alto, tiene un funcionamiento similar al molino eólico pues, así como éste, apoyado en una superficie terrestre, permite generar energía a través del movimiento de los vientos; del mismo modo, pero en una superficie acuática, la turbina aprovecha la energía obtenida de los océanos a través del movimiento natural de las mareas permitiendo así generar electricidad.

La instalación de la turbina fue todo un éxito, pese a las exigentes y complejas condiciones climáticas en las que se desarrolló. Recientemente, se dio a conocer que su óptimo funcionamiento de prueba ha permitido abastecer energéticamente a casas particulares y comercios. Se estima que dispone de capacidad para satisfacer las necesidades anuales de electricidad de 500 viviendas.

Una de las particularidades del proyecto es que el funcionamiento de la turbina puede ser monitoreado tanto desde el Centro Europeo de Energía Marina en Eday, como a través de conexiones móviles por parte de los ingenieros especialistas.

El proyecto escocés es responsabilidad de Scottish PowerRenewables . Su director, Keith Anderson, aseguró que «ya se desarrolló un conocimiento suficiente de la generación de energía a partir de mareas, lo que da confianza para aplicar el concepto en proyectos a escala en Islay y PentlandFirth».

Esta primera etapa exitosa se encuadra dentro de un esquema que busca conformar un parque submarino de energía mareomotriz, semejante a los ya conocidos parques eólicos. Se estima que la iniciativa podría terminar de instalarse entre 2013 y 2015.

  

Presentación del sistema TidGen.
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PROYECTO ESTADOUNIDENSE EN MARCHA

Cada día, 100 millones de toneladas de agua fluyen dentro y fuera de la bahía de Fundy, ubicada entre Maine y Canadá, con la fuerza suficiente para generar un cambio de marea de hasta 15 metros.

A fin de aprovechar dicha situación, este año, se lanzó el primer proyecto de energía mareomotriz en Estados Unidos, llamado TidGen Cobscook Bay. Se trata de una iniciativa a cargo de la Compañía de Energías Renovables de Océano y el Departamento de Energía nacional, que se estima podría generar 3 MW, energía suficiente para proveer a 1200 casas y negocios.

El sistema TidGen fue diseñado para generar electricidad en espacios de entre 15 a 30 metros de profundidad. Presenta la particularidad de poseer diferentes TGUs (Unidad de Turbina Generadora) unidas entre sí que conforman un mismo dispositivo. Su modo de funcionamiento se basa en la conexión de los TGUs a una subestación de la costa, por medio de una línea de transmisión bajo el agua. Cada TGU trabaja según el mismo principio de una turbina de viento, a través de la rotación de las láminas que dan energía a un generador central. Gracias a su fabricación con materiales compuestos, resisten a la corrosión tanto de agua dulce como salada. Además, y no menos importante, no emiten ningún tipo de residuo al agua.

Una de las ventajas de los TGUs es la posibilidad de crear sistemas generadores de energía de acuerdo con la profundidad y las particulares de la zona de instalación. Por ejemplo, si se tratara de un océano, pueden apilarse uno encima de otro para un mayor aprovechamiento energético.

La principal controversia vinculada con este tipo de energía renovable radica en las consecuencias que podría generar en la fauna marina. En Estados Unidos, la empresa VerdantPower realizó investigaciones que demostraron que las turbinas subacuáticas no afectarían la vida de las especies.

Por otra parte, el proyecto SeaGen en Irlanda del Norte obtuvo la aprobación ambiental de especialistas e instituciones afines que aseguraron que la turbina contribuye a aumentar la velocidad del agua y está lo suficientemente protegida en su boca, como para evitar que los peces naden a través de ella.

Si bien aún no hay una postura unánime global al respecto, resulta de gran importancia que se realice una investigación de impacto ambiental previo a la instalación de los dispositivos, para garantizar la sustentabilidad del proyecto en todos sus aspectos.

Las condiciones de las costas patagónicas argentinas presentan un interesante potencial para el aprovechamiento de este tipo de energía. Por lo que un nuevo camino de alternativa sustentable podría abrirse también en nuestro territorio.

Rodrigo Herrera Vegas es co-fundador de sustentator.com