Centroamérica aumenta su capacidad eólica

Centroamérica se ha enfrascado en una carrera por atraer fuertes inversiones extranjeras para construir grandes centrales hidroeléctricas, de energía geotérmica o parques eólicos. El Salvador se decanta por pequeñas plantas hidroeléctricas que en nada o muy poco contribuirán a diversificar la matriz energética, atender la creciente demanda o para bajar las tarifas.

Cada uno de los otros países de la región ha inaugurado al menos una central hidroeléctrica o de otro tipo en los últimos cinco años, y tiene en ejecución y planificación importantes proyectos para aumentar considerablemente la oferta de energía, conscientes de que sin energía no puede haber crecimiento, sobre todo industrial y de servicios.

La planificación la han hecho sabedores de que se debe incrementar la capacidad de generación para responder al crecimiento sostenido de sus economías para los próximos años y a la disminución o, al menos, la estabilización del costo de este insumo, muy determinante en la estructura de costos de la producción industrial y en los gastos mensuales de las familias.

El Salvador tiene en papel algunos proyectos de nuevas centrales a base de energía solar y eólica, así como la ampliación de la presa 5 de Noviembre, aparte de que la única planta hidroeléctrica de regular tamaño, El Chaparral, que se estaba construyendo al norte de la zona oriental, sobre el río Torola, y se encuentra paralizada desde hace más de un año.

Nicaragua inauguró en enero la nueva central eólica San Jacinto Tizate, de 36 megavatios, construida y administrada por la empresa Polaris Energy Nicaragua, con la cual la generación renovable de su matriz energética sube al 48.41%.

En junio de 2010 inició operaciones la central Solidaridad que generará 54 megavatios (MW), construida con el apoyo de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

A finales de este año entrará a funcionar la segunda etapa de la central eólica San Jacinto Tizate.

Además, la estatal brasileña Electrobras y el conglomerado Queiroz Galvo anunciaron que en 2013 iniciará la construcción de la planta hidroeléctrica Tumarín, que generará 253 Megavatios. La inversión es de $1,100 millones.

La empresa de capital privado venezolano-nicaragüense Albanisa invertirá en los próximos cuatro años al menos $404 millones para desarrollar cuatro proyectos de generación eléctrica, que incluyen la eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa (térmica). De esta manera, Albanisa pretende ampliar la capacidad de oferta energética renovable en 250 megavatios más.

Honduras con energía eólica

En septiembre del año pasado, Honduras inauguró el parque eólico Cerro de Hula. Tiene 52 torres instaladas, que generan 102 MW. La inversión fue de $270 millones.

Vienen en camino el proyecto hidroeléctrico Los Llanitos y el eólico Jicatuyo, que generarán 300 megas, con una inversión de $600 millones.

Un consorcio chino construye Patuca III, con un financiamiento de $300 millones de Eximbank (China) y $50 millones del Gobierno; aportará 104 MW. Luego seguirán con Patuca I, que generará 270 megas y la fase II, producirá 150 MW. El costo de este ambicioso proyecto asciende a $1,300 millones.

Por su parte, Guatemala es uno de los países que más ha invertido en aumentar su disponibilidad energética en estos últimos cinco años.

En el quinquenio 2007-2012 ha incrementado su capacidad de generación en 372.6 MW, gracias a la construcción de diez proyectos, de los cuales cinco son hidroeléctricos, que generan 215.6 megas; uno, de biomasa, que aporta 80.4 MW; dos, a base de carbón mineral, que produce 45.1, y uno de búnker, que genera 31.5 Megavatios. La inversión es de alrededor de $950 millones.

Con todos estos nuevos proyectos, la capacidad instalada se elevó a 2,482 MW, muy superior a su demanda máxima, que en abril alcanzó los 1,500 megas, confirmó el director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Generadores de Energía Eléctrica, Horacio Fernández.

Para estos cuatro años están programadas cuatro hidroeléctricas que generarán 304 MW al costo de $608 millones. También la hidroeléctrica Xalalá, en la que se invertirán $450 millones y que a partir de 2016 planean genere 180 MW. Se ejecuta una planta a base de carbón, otra hidro y una de biomasa.

Costa Rica puso a operar la hidroeléctrica Pirris a un costo de $600 millones y construye la central Diquís por $2,072 millones y espera genere 650 MW.

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