Energía eólica, opción en la estrategia de mitigación del cambio climático

La energía eólica constituye un área de oportunidad para México en la generación de energía eléctrica alterna a la de los combustibles fósiles, pero sobre todo, es una opción en la estrategia de mitigación del cambio climático y, por lo tanto, una alternativa para la creación y acumulación de capacidades tecnológicas al interior del país, reconoció en la Universidad Autónoma del Estado de México, el especialista Raúl Arturo Alvarado López.

Al participar en el X Congreso Nacional de la Red de Investigación y Docencia sobre Innovación Tecnológica (RIDIT), que se llevó a cabo en la Máxima Casa de Estudios mexiquense, el experto en Economía y Gestión de la Innovación habló sobre la importancia de la creación de capacidades tecnológicas para la adecuada explotación del potencial eólico mexicano.

Abundó que en los últimos cinco años se han destinado más de dos mil millones de dólares al sector eólico en nuestro país, una de las inversiones más importantes en energías renovables que se ha realizado en Latinoamérica hasta la fecha y de la cual se esperan, dijo, inversiones por un valor superior a los 20 mil millones de dólares en los próximos diez años.

Destacó que la potencia eólica instalada en México representa aproximadamente dos por ciento de la generación eléctrica total del país, mientras que para 2014 este porcentaje se elevará hasta alcanzar cinco por ciento, al tiempo que la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) estima que mediante el aprovechamiento adecuado del potencial eólico estimado, sería posible aportar hasta 10 mil megavatios (MW) de capacidad al sistema eléctrico nacional.

Lo anterior, puntualizó Raúl Arturo Alvarado López, llevó a identificar zonas con potencial para la explotación de la energía eólica, tal es el caso del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca; La Rumorosa, en el estado de Baja California, así como en los estados de Zacatecas, Hidalgo, Veracruz, Sinaloa y en la Península de Yucatán.

Señaló que es un hecho bien conocido que los combustibles fósiles han sido base para el desarrollo nacional en México y se pronostica que seguirán ocupando una participación importante, como fuente primaria de energía para las próximas décadas.

Sin embargo, sostuvo el experto de la Universidad Nacional Autónoma de México, hoy por hoy, se reconoce que es necesario impulsar acciones que permitan, en un futuro no muy lejano, diversificar las fuentes de energía para atender las necesidades de los consumidores (sector productivo y doméstico).

El Informe Especial sobre Fuentes de Energías Renovables (2011) del Panel Intergubernamental del Cambio Climático coloca a la eólica como una de las energías alternas que representará mayores crecimientos en las próximas décadas, ya que constituye una de las opciones más viables en la gama de las energías alternas, que si bien requiere de una inversión inicial importante en el mediano y largo plazo, necesita también de un mantenimiento menos oneroso en sus centrales.

Y es que el mercado eólico mundial, explicó Raúl Arturo Alvarado López, ha demostrado que esta tecnología y la industria asociada a ella pueden convertirse en una importante fuente de empleos, inversión y desarrollo tecnológico para México; “además de abrir ventanas de oportunidad para la integración industrial y creadora de nuevas empresas e infraestructura para el país, con beneficios económicos y ambientales”.

Concluyó que en 1994, México puso en marcha su primer parque eólico localizado en el ejido de La Venta, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Dicho parque fue el primero en su tipo en el país y en América Latina y cuenta con una capacidad de 1.6 Megavatios (MW), se encuentra operando en el esquema de Obra Pública Financiada (OPF) y fue licitado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

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