Apagón de la energía nuclear en Japón

Greenpeace pide al Gobierno de Japón que aproveche la oportunidad del cierre de todos sus reactores nucleares, que se producirá este 5 de mayo, y que escuche a los expertos y a la ciudadanía, manteniendo fuera de operación a los 54 reactores nucleares. Esto es posible si centra sus esfuerzos en la mejora de la eficiencia energética y el aumento gradual de las energías renovables.

Mañana está programada la parada del último reactor de los 54 que tiene Japón, la central nuclear de Tomari, en la isla de Hokkaido al norte de Japón.

Desde la catástrofe nuclear del pasado 11 de marzo del año pasado, Japón ha ido poniendo fuera de operación sus reactores nucleares, por estar afectados por el terremoto o por paradas debidas a revisiones, mantenimiento y recargas. A pesar de los esfuerzos del Gobierno para reiniciar algunos de los reactores, después de 40 años, Japón estará mañana sin ningún reactor operativo, debido a la oposición de los distintos gobiernos locales y de la ciudadanía.

"Cientos de miles de personas siguen sufriendo las consecuencias del desastre nuclear de Fukushima Daiichi; es importante que no se obligue al pueblo de Japón a soportar los riesgos nucleares", ha afirmado Junichi Sato, director ejecutivo de Greenpeace Japón. "Japón es un lugar más seguro sin nucleares", concluye.

"En España sería mucho más fácil que en Japón apagar las nucleares, ya que tenemos menos centrales y muchas más renovables", ha confirmado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace España.

En el informe de Greenpeace [R]evolución Energética de Japón, publicado en septiembre de 2011, se muestra que el país puede desconectarse de todas sus centrales nucleares permanentemente, y aún así lograr sus objetivos para 2020 de reducción de emisiones a través de la eficiencia, las energías renovables, y una inteligente gestión de la demanda. En el caso de España, la organización ecologista demostró en el informe Energía 3.0 que un sistema energético 100% renovable es posible, y económicamente más favorable.

"A pesar del cierre de todos los reactores, la seguridad del suministro eléctrico no se ve amenazada en Japón. Mediante la eficiencia energética, un adecuado equilibrio del consumo y el ahorro se puede gestionar la demanda eléctrica durante este verano", sostiene Hisayo Takada, responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de Greenpeace Japón.

"El desastre de Fukushima Daiichi nos ha demostrado que las centrales nucleares suponen un riesgo que no debemos pagar. Derogar el cierre de Garoña es ir en la dirección contraria, solamente para favorecer a las compañías eléctricas" sostiene a su vez Montón.

www.greenpeace.org/japan/Global/japan/pdf/er_summary.pdf

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