Energía eólica marina crecerá si se reducen los costes

La falta de embarcaciones especializadas obligan a compañías eólicas a contratar las empleadas en la exploración petrolera, retrasando proyectos de energía eólica marina.

Los productores de energía eólica marina, de Dong Energy A/S a RWE AG, están construyendo barcazas a medida en cantidad récord para reducir el coste de una tecnología cuyo precio triplica al de la electricidad de las centrales a carbón.

En los próximos años, saldrán al mercado veinte embarcaciones, algunas con patas móviles que llegan hasta el lecho marino, lo que reducirá los costos de los alquileres en 200.000 euros diarios, dijo Marc Seidel, ingeniero marino de Suzlon Energy Ltd., que provee turbinas eólicas a RWE de Alemania.

La falta de naves de instalación especializadas obligó a las compañías a contratar barcazas diseñadas para la exploración petrolera, demorando las obras en proyectos como el parque eólico Robin Rigg de EON AG frente a la costa occidental de Escocia.

“Tener estas embarcaciones es la diferencia entre ser capaces de realizar los proyectos que hoy todos esperamos y no serlo”, dijo telefónicamente desde Swindon, Inglaterra, Paul Coffey, director de operaciones de la filial Innogy de RWE. “Nos permiten operar a mayores profundidades, en estados del mar más inclementes. Nos permiten hacer el trabajo más rápido y de manera más segura”.

A comienzos de la década de 2000, los desarrolladores debían “rogar, robar o pedir prestadas” las embarcaciones de otras industrias para poder completar sus proyectos, señaló Coffey. RWE, con sede en Essen, obtuvo los derechos de SSE Plc, Statoil ASA de Noruega y Statkraft AS para desarrollar el parque eólico de Dogger Bank, ubicado a 100 kilómetros de la costa este de Inglaterra, en la tercera ronda de concesión de licencias del Reino Unido. Dong debió librar una batalla similar.

“En toda la cadena de suministro, aplicamos equipos que fueron desarrollados para otra cosa”, explicó telefónicamente la responsable de construcción de energías renovables de Dong, Christina Grumstrup Soerensen. “Colocamos turbinas terrestres en el mar y utilizamos embarcaciones desarrolladas para la industria de la exploración y la producción o equipos para la construcción de puentes”.

Los nuevos barcos permiten a los desarrolladores instalar turbinas eólicas en aguas más profundas, levantar mayores pesos, hacer frente a olas más grandes y transportar más maquinaria a los sitios de construcción de parques eólicos, acelerando la terminación de los proyectos eólicos.

Una empresa eléctrica puede ganar 10.000 euros al operar una turbina de 6 megavatios en un “buen día de viento”, apuntó Thomas Karst, asesor de la industria para Make Consulting LLC de Aarhus, Dinamarca. “Si uno puede tener diez turbinas en funcionamiento antes de tiempo para un proyecto, tendrá 3 millones de euros en el bolsillo gracias a la generación anticipada”.

Aunque la energía eólica marina está entre las formas más caras de energía renovable, países como el Reino Unido promueven los proyectos de gran escala para crear empleo, aprovechar los fuertes vientos marinos y reducir el ruido y el impacto visual de las turbinas eólicas en las comunidades cercanas.

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