Fabrican baterías de litio para vehículos eléctricos en Argentina

El desarrollo de la primera batería de litio argentina, un proyecto surgido en ámbitos científicos de Córdoba, Buenos Aires y La Plata, iniciará su faz industrial en próximas semanas. Lo hará con la empresa Sol.ar –en la que participan como socios capitales de autopartistas cordobeses– y, como ya lo adelantó este diario en enero pasado, lo hará en provincias que tienen salinas, de donde sale el insumo más importante: la salmuera.

Científicos de universidades desarrollaron procesos para obtener los óxidos necesarios para la batería provenientes del carbonato de litio, insumo que se obtiene aplicando procesos químicos a esa salmuera.

El desarrollo de este tipo de baterías es fundamental para producir computadoras, celulares, herramientas y otros aparatos electrónicos; pero también será importante para el desarrollo de equipos de energía eólica y solar (guardan la energía que se produce) y automóviles y motocicletas eléctricas.

Por eso, el Gobierno nacional dio un fuerte apoyo al proyecto y creó la Mesa Nacional del Litio, integrada por los ministerios de Ciencia y Técnica, Industria y Economía.

Argentina, con reservas por 11 millones de toneladas métricas, es el tercer país en stock de litio y junto con Bolivia y Chile conforman lo que la revista Forbes denominó “la Arabia Saudita del litio”: concentran 85 por ciento de la reserva mundial. Para esto se estudia crear empresas mixtas (con participación privada y pública) para generar carbonato de litio, que requiere grandes inversiones. La idea es cumplir con el objetivo oficial de sustituir importaciones, pero también determinar la tecnología más “amigable” con el medio ambiente del salar (para no generar los problemas que ya tiene la minería) y establecer los procedimientos de “remediación” del ambiente, esto es, cómo dejar el salar lo mejor posible luego de terminada la explotación.

Según el coordinador del proyecto, Daniel Barraco, ex decano de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (Famaf) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la primera planta se montará en El Pantanillo, el parque industrial de la ciudad de Catamarca, que tiene una de las salinas más importantes del país. Si el plan crece, también se montarían plantas en Jujuy y Salta.

El proyecto se inició a mediados de 2011 y el primer paso fue fabricar los óxidos, el cátodo, ánodo, electrolito y obtener los plásticos que integran la batería; el segundo fue avanzar en la purificación de los elementos. Según Barraco, el nuevo paso se dará cuando se termine de montar la planta catamarqueña, en la que trabajarían unas 30 personas, con una inversión que ronda los 30 millones de dólares. Sol.ar comenzará importando algunos componentes, pero un plan diseñado hasta 2014 prevé que el resto de las piezas internas (comenzando por las celdas) también pueda ser fabricado en el país.

El proyecto tiene el apoyo oficial para vincularse con el programa Conectar Igualdad, con el que el Gobierno distribuye netbooks entre los secundarios; para esto, inició conversaciones con BGH y Newsan.

Este año, la Nación licitará la compra de 400 mil unidades; las primeras 120 mil serán importadas, pero el resto tendrá que presentar una mayor integración de componentes nacionales, por lo cual Sol.ar sellará en estos días convenios para convertirse en proveedora de las principales fabricantes.

También hubo contactos con Brightstar (fabricante de BlackBerry) y con Mirgor, que además de ser fabricante de Nokia es un importante proveedor de la industria automotriz, lo que le abrió una puerta a esta industria para proyectos de vehículos eléctricos, su gran objetivo.

El valor de las baterías depende en parte de la cantidad de carbonato de litio que lleva (el kilo vale entre 60 y 90 dólares). El grupo logró una batería para auto de 300 a 400 kilogramos (el peso que hoy tiene la batería de los autos Tesla Roadster), con lo cual valdrían de 10 a 20 mil dólares. “El mercado hasta 2020 es de 20 por ciento del stock automotor mundial, unos 200 millones de vehículos, lo que implica un mercado global de dos billones de dólares”, dice Barraco.

Además, asegura que Sol.ar recibió pedidos de baterías para una moto eléctrica de parte de una empresa nacional (que mantuvo en reserva) y para aerogeneradores de energía eólica.

“Al principio, es probable que la batería nacional sea más cara que la importada. Pero teniendo en cuenta las reservas de la región, llegará un punto en que se fabricarán a precios muy competitivos”, pronosticó.

Quiénes participan

Primer grupo. Para la producción del carbonato de litio, el proyecto contó con la participación inicial de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea).

Qué hizo. Estos tres sectores trabajaron en la producción de los óxidos, cátodo, ánodo y electrolito.

Segundo grupo. En la segunda etapa, que incluye la purificación, intervinieron también el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba (IUA), la Universidad Nacional de Catamarca (Unca) y la Universidad Nacional de Jujuy (Unju).

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