Las emisiones de gases aumentaron un 6%, por Antonio Cerrillo

Las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron el año pasado en España en torno al 6%, pese a la crisis económica, el descenso de la actividad industrial y el menor consumo general de electricidad. Sin embargo, el incremento del empleo del carbón en las plantas térmicas de producción eléctrica compensó esta situación, hasta provocar este balance tan negativo.

El resultado es que, por primera vez, después de tres años de descensos continuos de emisiones, España registra un repunte en la generación de gases que calientan la atmósfera. Así lo indican los datos estimativos de un estudio de José Santamarta, experto en energía y director de la revista Worldwatch Institute.

La subida del CO2 se da pese a la caída del consumo de petróleo y gas natural, de la demanda de electricidad (del 1,2% el año) y de las emisiones del transporte del gasóleo y la gasolina (casi el 6%). El aumento del CO2 se debe al incremento de electricidad con carbón, cuyo uso se duplicó en el 2011 (creció un 96%). En cambio, las otras fuentes bajaron (un 28% la hidráulica y un 22% el gas de ciclo combinado). Las emisiones del sector eléctrico (térmicas) crecieron un 25%.

"Es una locura lo que ocurre en España. Cuando en todo el mundo se tiende a prescindir del carbón, el Ministerio de Industria aplicó un decreto que prima su uso, pese a que el carbón español es de mala calidad, emite azufre, es muy contaminante y caro y, además, tiene poco poder calorífico", dice Santamarta. Este experto critica al ex ministro de Industria Miguel Sebastián y al ex presidente Rodríguez Zapatero por haber favorecido una energía por los compromisos en las comarcas mineras leonesas y asturianas. "Las primas deberían servir para algo que tenga futuro, y no para emplearlo en una energía que no lo tiene", dice.

Las compañías eléctricas han optado por usar el carbón porque este ha bajado su precio; además reciben ayudas por ello, y, por si fuera poco, el precio de los derechos de emisión está por los suelos. Las eléctricas pueden de esta manera pagar los derechos (cupos) a unos precios tan baratos que no se estimula ni se incentiva el uso de energías limpias, según Ismael Romeo, director de la bolsa de CO2 Sendeco.

"El Gobierno ha fijado ayudas al carbón siguiendo una política de café para todos; pero un Gobierno que apuesta por todas la energías, al final no apuesta por ninguna", dice Heikki Willstedt, director de políticas energéticas de la Asociación Empresarial Eólica.

Otros expertos, como Jaume Morrón o Josep Puig, cuestionaron también las ayudas al carbón, revalidadas el día 30 de diciembre, en la última decisión tomada por el anterior director general de Energía Fabricio Hernández, y publicada en el BOE el mismo día de su cese. La resolución estipulaba que este año las centrales eléctricas quemarán 10,45 millones de toneladas de carbón autóctono, que generarán 24.721,08 gigavatios hora.

Las emisiones crecen, según estos datos globales provisionales, un 5,94% respecto al 2010, con lo que España ya está un 29,39% por encima del nivel base de Kioto (1990). Las emisiones excesivas obligarán al Gobierno (a todos) a pagar por la compra en el exterior de certificados de emisión.

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