El CTBI será ahora el escenario de una segunda etapa, que consistirá en la puesta en marcha de esta tecnología en vehículos eléctricos, entre ellos una scooter y varios automóviles con diferentes tecnologías de baterías. El objetivo final es desarrollar un sistema de recarga sencillo y eficaz que facilite el cambio definitivo del vehículo de combustión al eléctrico.
Este sistema pretende ser compatible con cualquier tecnología de recarga, y con cualquier vehículo del mercado, para evitar problemas de estandarización. Asimismo, pretende aprovechar las infraestructuras de distribución en los edificios, con el objetivo de reducir la complejidad y el coste de la instalación de este sistema.
El Pilotaje del proyecto está liderado por Gas Natural Fenosa (GNF) y cuenta con la colaboración de Red Eléctrica Española (REE), de la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Amplía, NLAZA Soluciones, CITEAN y NEORIS. Además está financiado por el Plan Avanza del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITYC).
DOMOCELL es uno de los cinco proyectos de almacenamiento energético que se están ensayando en el CTBI, junto con Surtidor, el Sistema EMIC, Greenlysis y TECMUSA. Desde que el centro de ensayo se puso en marcha en 2009, ha analizado la eficiencia y capacidad de dos proyectos que ya son una realidad: New TEC y CityElec. El CTBI es un laboratorio de referencia en el estudio de aplicaciones de almacenamiento energético para sectores como telecomunicaciones, energías renovables, redes eléctricas y vehículos eléctricos en el mundo latino americano.
Las baterías de Saft se emplean en aplicaciones de altas prestaciones tales como infraestructuras y procesos industriales, transporte, espacio y defensa. Saft es el primer fabricante mundial de baterías industriales de níquel-cadmio y de baterías primarias de litio para múltiples mercados. El grupo es también líder europeo en tecnologías especializadas de baterías para el espacio y la defensa. Saft está presente en 19 países y emplea unas 4.000 personas en todo el mundo. Sus 15 plantas de fabricación y su red comercial permiten al grupo atender a sus clientes en todo el mundo. Saft está registrado en el índice SBF 120 del Mercado de Stock de París.