Eólica en Murcia: líneas para los parques eólicos

En concreto, la empresa, a través de su filial de ingeniería y construcción, va a poner en marcha dos nuevas subestaciones, las de Peñarrubia Renovable y Sierra de las Cabras, y varias líneas de alta tensión a 132 kilovoltios, una de ellas ya finalizada. La inversión en este proyecto ascenderá a 20 millones de euros.

Al compartir estas nuevas infraestructuras de evacuación de energía que va a construir Iberdrola, estos promotores eólicos consiguen un doble objetivo: reducir significativamente los costes y minimizar el impacto ambiental.

Iberdrola, propietaria del 100% del capital de Energías Renovables de la Región de Murcia (ERRM), se ha consolidado como la primera empresa eólica regional por potencia instalada (con 140 MW) y producción de electricidad, que ya es suficiente como para cubrir el abastecimiento del consumo doméstico anual de energía de cerca de 277.000 personas.

La compañía ya tiene en operación comercial en el Altiplano los parques de Buey, Gavilanes, ampliación de Gavilanes, Los Almendros I y II y Reventones. La potencia renovable que tiene instalada en la Región evita la emisión a la atmósfera de unas 375.000 toneladas de dióxido de carbono al año, equivalentes a la acción de más de 16 millones de árboles en el proceso de fotosíntesis.

Además, Iberdrola está en vías de finalizar la tramitación administrativa del parque eólico de Las Cabras, que contará con una capacidad instalada de 22 MW, repartida en 11 aerogeneradores de 2 MW de potencia unitaria.

Las instalaciones e inversiones de la empresa tienen una importante repercusión económica en las zonas de la comunidad en las que está implantada. Sólo en cánones anuales por ocupación de terrenos a los propietarios, éstos obtienen un beneficio anual de unos 700.000 euros, que se actualizan con el IPC. A esto se suman impuestos municipales como el IAE y el IBI, que representan 306.000 euros al año, además de las tasas por licencias municipales.

Asimismo, la compañía eléctrica genera unos 100 empleos directos durante la construcción de las instalaciones -y otros 40 puestos de trabajo indirectos- y alrededor de 50 una vez que los parques están ya en funcionamiento.