La CNE defiende acelerar la energía eólica a partir de 2015

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha diseñado un itinerario alternativo al del Ministerio de Industria para alcanzar los objetivos de potencia instalada de energía eólica en el que se acelera la instalación de parques eólicos a partir de 2015 y en el que se recoge un coste en primas inferior al calculado por el Gobierno.

Este itinerario aparece incluido en el informe de la CNE sobre el primer borrador de regulación eólica remitido por Industria al organismo. Tras el rechazo del sector eólico a la norma y las matizaciones de la propia CNE, el Gobierno realizó una nueva propuesta que tampoco contentó a la Asociación Empresarial Eólica (AEE), de modo que la regulación no se aprobará previsiblemente hasta después de las elecciones del 20N.

En todo caso, en el informe de la CNE se aprecia la posición del regulador en algunos aspectos técnicos, entre ellos el referido al ritmo de instalación anual de potencia para alcanzar el objetivo de 11.200 megatavios (MW) nuevos en 2020. Para lograr este objetivo, Industria se decantaba por la instalación anual de 1.400 MW, que no variaría en cada ejercicio. La CNE diseña en cambio una hoja de ruta para alcanzar este mismo objetivo en la que se contemplan 1.000 MW en 2013 y 2014, que se elevarían a 1.400 MW en 2015 y 2016, y que volverían a incrementarse hasta 1.800 MW entre 2017 y 2020.

Esta nueva senda permitiría ahorrar en primas 6 y 17 millones en 2013 y 2014, respectivamente, así como 120 millones entre 2013 y 2020. El coste acumulado de la nueva potencia sería de 431 millones, frente a los 548 millones de la propuesta inicial de Industria.

Partiendo de este escenario, la CNE puede hacer una propuesta que acaba con uno de los aspectos más controvertidos de la formulación inicial de Industria, el de la revisión retroactiva de primas para los proyectos ya en marcha, y que además no genera excesivos costes.

El regulador aboga por que las bajadas de primas cuando haya más potencia de la del objetivo anual no supere el 15%. Esta medida tendría un coste adicional de 20 millones, que se suma a los 80 millones de no revisar retroactivamente la prima, pero daría al modelo la predictibilidad de la que carecía en la propuesta inicial de Industria.

En su revisión del primer borrador, el Gobierno escuchó a la CNE e incluyó una modificación de la fórmula de revisión anual de la prima. Según los detalles ofrecidos por Industria, en el nuevo mecanismo se limita la variación de la prima, dando lugar a ajustes más suaves y progresivos, lo que reducirá su volatilidad y, por tanto, la posible incertidumbre asociada a la propuesta original.

En todo caso, en su informe la CNE centra su crítica en que el nuevo mecanismo "no resulta previsible", pero aclara que la rentabilidad ofrecida sí es "suficiente". De hecho, calcula que con una prima de referencia inicial de 2 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh) durante 12 años y 1.500 horas la rentabilidad del proyecto es del 8%. Con un apalancamiento del 75% y un coste de la financiación ajena del 6,5%, el accionista lograría una rentabilidad del 12%.

El informe de la CNE, difundido en su ‘web’, enumera las instituciones y asociaciones que han presentado alegaciones, e indica que el contenido de las mismas aparece en un anexo al informe que el regulador no ha publicado.

Las alegaciones llegaron de los gobiernos de Canarias, Castilla y León, Andalucía, Galicia, Cataluña, Murcia, Extremadura, Asturias, Aragón, Valencia y Navarra, así como de las empresas GDF Suez, Gamesa, Endesa, Iberdrola, REE y Acciona, entre otras.

El operador Omie y asociaciones como la patronal eléctrica AEE, la de productores de energías renovables APPA o la de certificación ACIE también remitieron sus opiniones al organismo presidido por Alberto Lafuente.

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