Eólica en México: nuevo parque eólico en Baja California

El negocio de las energías renovables en Baja California continúa. La empresa Fuerza Eólica de San Matías recibió la autorización para instalar un parque eólico en el sur del municipio de Ensenada, en un ejido de la comunidad nativa Kiliwa.

Hasta el momento son cinco los proyectos que tienen avances en el desarrollo de parques eólicos, encabezado por el que administra el gobierno del Estado en el municipio de Tecate, que inició operaciones en marzo de 2010. Los otros desarrollos eólicos son Energía Sierra Juárez, de Sempra Energy, la compañía española Unión Fenosa, que ya cuentan con las autorizaciones de los tres niveles de gobierno, y el recientemente anunciado por el presidente Felipe Calderón, Cannon Power Group, que se realizará en el municipio de Tecate.

La característica de estos tres proyectos es que la energía eléctrica que produzcan será para exportarla a Estados Unidos. Con relación de Fuerza Eólica de San Matías, el pasado 14 de julio recibió la autorización del manifiesto de impacto ambiental, por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), documento considerado como uno de los más importantes para la construcción de ese tipo de instalaciones eólicas.

El proyecto de Fuerza Eólica es instalar 8 aerogeneradores que producirán 20 megavatios que serán comercializados a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El sitio donde se desarrollarán las obras está ubicado al sur del municipio de Ensenada, en un área aproximada de 250 hectáreas dentro de un ejido que pertenece a la comunidad nativa Kiliwa.

La inversión será de 23 millones de dólares y se contempla concluir la construcción, una vez que se tengan los contratos con los propietarios de la tierra y con la CFE, en un periodo de 12 meses. De acuerdo al manifiesto de impacto ambiental de la empresa, la zona del proyecto no se encuentra comprendida dentro de alguna de las Áreas Naturales Protegidas y el límite del Parque Nacional Sierra San Pedro Mártir se encuentra a 16 kilómetros de la zona del proyecto.

Los propietarios de Fuerza Eólica de San Matías no es la primera vez que intentan instalar un parque eólico en Baja California, sino que lo han hecho desde finales de la década de 1990. Fuerza Eólica de San Matías, S.A. de C.V. es representada por Carlos Federico Gottfried Joy, quien a través de la empresa Baja California 2000, S.A. DE C.V. obtuvo en 1998 permiso de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para instalar un parque en La Rumorosa, que suministraría de energía a los municipios de Tecate, Tijuana y Ensenada.

En el proyecto de Baja California 2000 estaban asociadas las compañías Fuerza Eólica, S.A. de C.V. y la estadounidense Enron Wind Corporation, que tras la quiebra fue vendida a General Electric Energy. En la administración del gobernador Eugenio Elorduy Walther se contemplaba que esa empresa sería la que operaría la actual planta que suministra de electricidad al gobierno del municipio de Mexicali. Sin embargo, la planta eólica fue construida hasta el gestión del mandatario estatal José Guadalupe Osuna Millán y el contrato lo obtuvieron las empresas TurboPower Services y D´QUadrant Strategies.

Uno de los problemas de Fuerza Eólica fue un juicio que enfrentó con los pobladores del ejido Jacumé, del municipio de Tecate, ya que el contrato para explotar las tierras no fue autorizado por todos los ejidatarios. El pasado viernes se realizó en el Colegio de la Frontera Norte el seminario Impactos del Cambio Climático en la Frontera Norte de México, en el que los participantes coincidieron que en el país deben impulsarse proyectos eólicos tanto para generar energía limpia y para no depender de fuentes externas, como el gas natural.

La investigadora Antonina Ivanova expuso que el apagón del jueves en ambos lados de la frontera tiene que ser una señal para que Baja California busque independizarse en su red eléctrica, que actualmente comparte con el sur de Estados Unidos. Por su parte, la académica Gabriela Muñoz dijo que en el estado debe buscarse utilizar recursos propios, como las energías eólicas, y no fomentar consumir energías externas, como el gas natural.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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