La eólica marina fomenta la biodiversidad

Una nueva investigación europea ha descubierto que un parque eólico situado en el Mar del Norte proporciona un nuevo hábitat natural para organismos del fondo marino y apenas repercute sobre la fauna de su entorno. El parque eólico, que aporta energía eólica hasta 100.000 hogares, contribuye de forma significativa a la biodiversidad de la zona con organismos como mejillones, anémonas y crustáceos. Además los investigadores advierten, tras estas investigaciones, que el impacto de un parque eólico depende de su ubicación y de la profundidad del mar en el que se instale.

Investigadores holandeses analizaron los efectos ecológicos a corto plazo de los aerogeneradores eólicos del parque eólico construido cerca de Windpark Egmond aan Zee (OWEZ), el primer parque eólico marino de gran tamaño construido frente a las costas neerlandesas del Mar del Norte que puede generar energía para hasta 100.000 hogares, y descubrieron que la presencia del mismo proporciona un nuevo hábitat natural para organismos del fondo marino.

Este parque eólico del Mar del Norte parece abstraerse de la tendencia mantenida hasta ahora de que un parque eólico provoca un efecto perjudicial provocado por la incisión de los pilotes de las torres eólicas en el lecho marino. El equipo descubrió que se han establecido nuevas especies y que han crecido comunidades de animales en los pilotes de las turbinas y en las rocas apiladas alrededor de las columnas.

Tras comparar estos resultados con otros anteriores, los investigadores neerlandeses advierten que el impacto de un parque eólico depende de su ubicación y de la profundidad del mar en el que se instale. La ubicación del parque eólico OWEZ es positiva debido a la relativamente baja cantidad de aves que atraviesan la zona a esta distancia de la costa. Además, el equipo concluyó que, entre otras medidas, los parques eólicos deben ubicarse en zonas especiales para evitar molestar a las aves. Siguiendo con las directrices de la Unión publica para infraestructuras de energía eólica respetuosas con la biodiversidad, de esta forma dichas construcciones pueden generar energía y además biodiversidad.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

http://iopscience.iop.org/1748-9326/6/3/035101/