Nicaragua dependerá de las energías renovables

El gobierno de Nicaragua prevé que para 2017, el 90 por ciento de su producción de energía dependerá de sus abundantes recursos naturales y su potencial en energías renovables como la hidráulica, geotérmica, eólica, energía solar y la proveniente de la biomasa.l ministro nicaragüense de Energía y Minas, Emilio Rappaccioli, indicó que sólo el 6 por ciento de la energía que se produce en el país proviene de energías renovables, mientras que el 67 por ciento de energía producida aquí proviene de combustibles fósiles.

Rappaccioli aseguró que el gobierno del presidente Daniel Ortega está interesado en transformar la matriz energética. Por ello, explicó, este gobierno ha diseñado una cartera de proyectos previstos a desarrollarse de 2012 al 2016, para aportar unos 650 megavatios de generación de energía que demandarán erogaciones por unos 2.600 millones de dólares.

Según el ministro, la transformación de la matriz de generación de energía le permitiría al país centroamericano no solamente abastecer el mercado interno, sino exportar energía a los países vecinos. En ese contexto, aseguró, existen amplias oportunidades de inversión para "aquellos que están dispuestos a asumir este reto", incluidos consorcios y otras instituciones extranjeras.

Según estimaciones del Ministerio de Energía y Minas del país, sólo el proyecto eólico La Fe, San Martín, que la semana pasada recibió un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por más de 80 millones de dólares, disminuirá la importación de unos 228.000 barriles de "fuel oil", lo que representaría un ahorro de 21 millones de dólares.

La obra, que dispondrá de 22 aerogeneradores, se halla en fase inicial tras la construcción de las bases para sostener tres equipos y la ejecución de ocho kilómetros de caminos de acceso. Su inversión total, notificó el ministro, llegará a 116 millones de dólares, lo que incluye la participación de inversionistas privados y de la banca nacional.

"Una vez concluida representará un significativo aporte al empeño por transformar la matriz energética junto a otras obras como las de Tumarín, Eolo, El Hoyo Monte Galán, Casita San Cristóbal y San Jacinto Tizate, entre otras, indicó el ministro. "Es una energía limpia y barata que permitirá reducir los costos de la factura petrolera y el costo de generación energética, beneficiando al país y a los usuarios", agregó Rappacciolli.

No en balde, entre los planes más prometedores de la administración sandinista se halla la central hidroeléctrica de Tumarín, que estará ubicada en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS) y contará, cuando esté terminada en 2014, con una capacidad de 255 MW de generación. El portal electrónico del gobernante FSLN (El 19 Digital) dio cuenta en estos días de otro importante objetivo en progreso: incrementar la cobertura del servicio energético del 65 al 85 por ciento, en beneficio de 1,7 millones de personas.

Además, recientemente el gobierno destinó 117 millones de dólares aportados por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) al subsidio de la tarifa eléctrica de miles de hogares nicaragüenses, frente al encarecimiento de los hidrocarburos en el mercado internacional.

En enero de 2007, cuando el presidente Daniel Ortega inició su actual mandato, Nicaragua contaba con una capacidad eléctrica instalada de 780 MW, causante de frecuentes interrupciones por déficit de generación para satisfacer la demanda. Mientras, la cobertura de la red de distribución apenas cubría el 50 por ciento del territorio nacional, según confirman estadísticas oficiales.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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