José Donoso: La energía eólica sufre una moratoria de hecho

El sector eólico sufre ya una moratoria de hecho provocada por el retraso del Ministerio de Industria en la publicación de la nueva normativa, y lo hace sin haberse recuperado aún del parón sufrido en 2010, cuando la contratación de turbinas eólicas apenas alcanzó los 220 megavatios, cerca de una décima parte de los casi 2.000 MW de años anteriores.

Con motivo del Día del Viento, el presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), José Donoso, atribuyó parte de los problemas del año pasado al actual sistema de prerregistro de potencia eólica, que ha provocado un efecto llamada y ha inundado todo de papeles, en vez de ofrecer una solución en función de realidades.

"Nos encontramos con que, de lo previsto instalar este año y los próximos, hay unos 1.400 MW eólicos con problemas debido a retrasos administrativos, sentencias medioambientales o problemas con líneas eléctricas", lamentó. "El año pasado solo se cerraron en España contratos por 220 MW, cuando un año medio hay entre 1.500 y 2.000 MW. La contratación se ha reducido al 10%", añadió.

Los proyectos eólicos, explicó Donoso, tienen un periodo de maduración de entre 18 y 24 meses, de modo que el "parón" de fábrica de 2010 podrá apreciarse en la actividad de instalación de potencia en 2011 y, especialmente, en 2012. Debido precisamente a este periodo de maduración, es "urgente" que el Ministerio de Industria apruebe ya la nueva regulación a partir de 2013, advirtió.

"La situación en la que estamos entrando es una moratoria de hecho que puede prolongarse más tiempo. De cara a la industria estamos ya en moratoria. Si no cerramos cuanto antes la regulación, tendremos más retrasos, y el gran pagano será la industria eólica, con su correspondiente repercusión en los ERE y en deslocalizaciones", advirtió.

El deseo de la AEE y parece que la voluntad de Industria es que, tras la remisión antes del verano a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) del proyecto de norma para su análisis, la regulación esté aprobada en septiembre u octubre. "Tendríamos que contar en septiembre con la nueva regulación para estar a salvo de los vaivenes políticos", señaló, después de sugerir que, si hay más retraso, el calendario electoral podría bloquear la norma.

De la nueva regulación, cuya "música" fue adelantada por Industria en la reciente Convención Eólica, la AEE está a la espera de conocer "la letra", pero por el momento considera que es un "buen punto de partida" porque "significa una continuación sobre un modelo que ha funcionado".

"Una de las cosas que nos preocupaba era que nos dedicáramos a hacer experimentos, y sobre todo que se quisiera experimentar con fórmulas que han fracaso en otros países", señaló, antes de destacar dos de las "ideas básicas" adelantadas por Industria, que son la intención de regresar al sistema de acta de puesta en marcha y de reconocer que "el sistema de prerregistro para un sector maduro como el eólico no es necesario".

El sector eólico está esperando ahora una regulación con cupos plurianuales, cuya duración AEE estima conveniente en tres o cuatro años, así como una simplificación de la burocracia, una homogeneización de los requisitos de las diferentes comunidades autónomas y una reducción de los plazos.

La nueva regulación incluirá además un cupo de 160 MW para prototipos, después de que el prerregistro "dejase fuera" estas iniciativas, indicó Donoso. "En un momento de cambio tecnológico del sector no poder instalar nuevos prototipos es un perjuicio muy importante y una pérdida de competitividad, así que esperamos que este aspecto se resuelva rápidamente", afirmó. En la actualidad, Industria ya tiene peticiones de proyectos prototípicos por 155 MW.

Una vez descrita "la música" de la nueva regulación y de mostrarse confiado en obtener una norma "ágil que no introduzca cuellos de botella", Donoso se preguntó por "la letra". "El diablo está en el detalle, y vamos a ver dónde se ponen los números, porque al final nosotros tenemos un objetivo imprescindible, que es que el proyecto sea financiable y ofrezca una rentabilidad".

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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