En la licitación participaron 16 empresas. Cuando se publicaron los primeros resultados de la licitación cinco empresas presentaron recursos ante la UTE en protesta por los criterios utilizados en la valoración de los proyectos presentados. La Comisión de Adjudicaciones de UTE analizó las protestas pero no hizo lugar a ninguno y finalmente los tres parques eólicos se terminaron adjudicando a los tres ganadores iniciales, dos empresas argentinas y una empresa de capitales españoles y uruguayos asociados.
La mayoría de las observaciones fueron contra los proyectos de las dos empresas argentinas. Una de ellas es una empresa, perteneciente al grupo Eurnekian, que fue cuestionada por no cumplir con los estudios de certificación de energía eólica. Un proceso que cuesta varios miles de dólares y con el que sí cumplieron los demás oferentes.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.