Los chinos tienen mejor conocimiento sobre los vehículos eléctricos

El estudio ha tomado como muestra trece países y 7.000 encuestados para conocer cuáles son las percepciones de los compradores y cómo cambiarlas, así como aceptar los desafíos que conlleva la llegada al mercado del coche eléctrico. Tras el mejor nivel de conocimiento mostrado por los chinos, los países que se sitúan detrás son Estados Unidos y Suecia, ambos con un índice del 36 %, seguidos por el Reino Unido, con un 32 %, y Canadá y Corea, con un 28% los dos. La media de conocimiento de los encuestados del estudio se sitúa en el 30%.

España se encuentra por debajo de la media, con un 24%, mientras que en última posición se sitúan Italia, con un 21% y Japón con un 20%. Sobre la base de los encuestados en España y en relación con la compra de un coche nuevo, un 52 % "probablemente" tendría en cuenta los coches eléctricos en el momento de comprar en los próximos tres años, mientras un 66 % "probablemente" lo consideraría en los próximos 3 y 5 años, y un 49 % "probablemente" entre los próximos 5 y 10 años.

Cuando a los consumidores se les da la posibilidad de elegir entre comprar o alquilar un automóvil eléctrico, la mayoría elige la opción de comprar. Más del 80 % de los usuarios españoles preferirían comprar un vehículo eléctrico, ante un 19 % que optaría por alquilar.

Los encuestados españoles otorgan una importancia diferente a las razones que les llevarían a comprar un vehículo eléctrico, de forma que el factor más relevante es, con un 26 %, el coste de la carga de la batería de litio, en comparación con el llenado del depósito de un coche convencional, con el mismo nivel de rendimiento.

En segundo lugar, con un 23 %, se encuentra el tiempo de carga para la batería. Carga rápida fijada entre 20 y 30 minutos y lenta entre 6 y 8 horas. Otro factor considerado es la disponibilidad de reserva de gasolina/diesel que tienen, en el caso de los híbridos enchufables, con el 21% de la relevancia

Finalmente, con un 15% de peso está el coste total (compra y mantenimiento) en comparación con un coche convencional con el mismo nivel de rendimiento. El primer incentivo para decidirse a cambiar de un vehículo convencional a un coche eléctrico, es la exención de impuestos. Este incentivo fue mencionado por el 86 % de los encuestados españoles, mientras el menos relevante es la concesión sobre la ubicación del aparcamiento, mencionado sólo por un 26% de los encuestados.

Entre estos dos valores, el 70% concede importancia al aparcamiento gratuito, el 52% a los carriles prioritarios para vehículos eléctricos, el 44 % al descuento en los peajes, y el 26 % a las concesiones sobre la ubicación del aparcamiento. Un 91% de la muestra piensa que, si su vehículo se cargara con electricidad generada con energías renovables, sería un motivo más que le animaría en su decisión de realizar la compra.

Un 85% de los encuestados cree que los vehículos eléctricos son más respetuosos con el medio ambiente que los coches convencionales, en lo que se refiere a menores emisiones de CO2; un 55 % cree que un vehículo eléctrico es más fácil de mantener, y un 51% cree que tendrán un mayor rendimiento del motor.

En el caso de los vehículos eléctricos, el 94 % de los encuestados considera su menor coste de funcionamiento y el 85 % el mayor impacto sobre la reducción de sus emisiones de dióxido de carbono. De todos los entrevistados, el 70% prefiere un vehículo híbrido enchufable, mientras que un 30 % prefiere un vehículo totalmente eléctrico.

En relación a la posibilidad de cambiar las baterías para obtener un nuevo rango de autonomía, los españoles prefieren cargar la batería del vehículo eléctrico en un punto de carga (61%), en lugar de cambiar la batería vacía por una batería totalmente cargada (39%), y más de la mitad de los usuarios de España preferiría cargar su vehículo eléctrico enchufable en casa (52%).

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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