El nuevo Plan de Energías Renovables contempla una inversión de 62.800 millones de euros

El borrador del Plan de Energías Renovables 2011-2020 del ministerio de Industria plantea para este periodo doblar la potencia instalada en energía solar fotovoltaica, multiplicar por siete la energía solar termoeléctrica, elevar un 68% la eólica terrestre y dar entrada a la eólica marina. El Gobierno calcula que la energía eólica podrá funcionar sin primas a partir de 2014 y la energía solar entre 2023 y 2024.

El Gobierno calcula que el nuevo Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020 movilizará inversiones por casi 62.800 millones de euros, de los que 55.743 millones corresponderán a la actividad eléctrica y 6.279 millones a la térmica. Para movilizar estas inversiones, el Gobierno tiene previsto dedicar 1.195 millones en subvenciones y líneas de financiación, mientras que los consumidores dedicarán un total de 18.534 millones a través del recibo de la luz a costear las primas a las energías renovables. En total, el coste del PER asciende a 20.013 millones.

No obstante, el Ministerio de Industria asegura que el beneficio económico del plan será de 25.954 millones y superará ampliamente a los costes. Gracias a la instalación de nueva potencia renovable, la economía ahorrará 15.081 millones en importaciones de gas, 6.428 millones en importaciones de gasóleo, 878 millones en ahorros de consumo de gasolina y 3.567 millones en menores emisiones de CO2.

Hay otros beneficios asociados, entre ellos la creación de 84.414 puestos de trabajo y una aportación a la riqueza nacional que podría ascender a 33.607 millones. El Gobierno calcula que las renovables dan empleo en la actualidad a más de 70.000 personas en España de forma directa, y a otras 45.000 de forma indirecta, con lo que en 2020 podrían alcanzarse 200.000 trabajadores en el sector, un 83% más.

Por tecnologías, asegura el borrador, será el sector de energía solar fotovoltaica el que eleve más el empleo, un 37%, por delante del 22% de la termosolar y del 23% de la eólica. El plan, que se centrará en las tecnologías más maduras, como la eólica, tiene como objetivo reducir a la mitad el peso de las primas sobre el coste del sistema eléctrico. Si en la actualidad estos incentivos equivalen al 21,4% del total, en 2020 supondrán el 10,1%.

Las energías renovables cubrirán dentro de diez años cerca del 40% del consumo final de energía gracias al peso de estas fuentes del 20,8% en el ‘mix’ de generación eléctrica y a la mezcla de biocarburantes en los combustibles, del 10% en 2020. La eólica pasará de 20.744 megavatios instalados en 2010 a 35.000 MW en 2020, y contará con otros 750 MW de eólica marina. Mientras, la fotovoltaica pasará de 3.787 MW a 7.250 MW y habrá 4.800 MW de termosolar (632 MW en 2010), lo que contrasta con la hidroeléctrica, que conservará en torno a los 13.000 MW de potencia. El borrador calcula además que la eólica alcanzará en 2014 su nivel de competitividad con el mercado, lo que podría permitirle funcionar sin primas, mientras que la fotovoltaica de suelo lo hará en 2023 y la de techo, en 2024.

Con estos objetivos, en 2020 el sistema eléctrico contará con 63.761 MW de energías renovables, lo que supondrá elevar un 62% los 39.214 MW instalados al cierre de 2010. Así, las renovables cubrirán en torno al 40% de la demanda eléctrica.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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