El desastre de la central nuclear de Fukushima, de mal en peor

El nivel de yodo radiactivo analizado en aguas marinas próximas a la central es 5 millones de veces superior al límite legal, mientras el cesio lo supera en 1,1 millones de veces, según Tepco. El yodo-131 tiene una vida de ocho días, pero el cesio-137 tarda 30 años en semidesintegrarse.

La empresa que gestiona la central nuclear de Fukushima, Tepco, ha informado de la detección un nivel de yodo radiactivo 7,5 millones de veces superior a lo permitido en agua de mar próxima a uno de los reactores nucleares. El sábado se detectaron 300.000 becquerelios de yodo-131 por centímetro cúbico en muestras de agua tomadas cerca de una brecha en una fosa de hormigón en el reactor nuclear número 2. En cuanto a los otros reactores nucleares, el nivel de yodo radiactivo era 480.000 veces superior al fijado por el Gobierno en torno al reactor 1, 380.000 veces junto al reactor 3, y 350.000 veces cerca del reactor 4.

Tepco ya ha comenzado los trabajos para frenar el vertido de agua al mar desde el reactor número 2, donde las barras de combustible se han fundido parcialmente, algo que dijeron que no se produciría. Mienten más que hablan. Para evitar que el agua se filtre desde la fosa conectada al edificio de la turbina del reactor, inyectarán silicato de sodio en la grava por debajo del fondo del depósito, donde el agua radiactiva se está filtrando.

El Ministerio de Industria japonés ha cifrado en unas 60.000 las toneladas de agua radiactiva las que han inundado la base de los reactores de Fukushima.

Tepco comenzó a verter al mar agua con radiación como medida de emergencia para dejar espacio para el almacenamiento de agua más contaminada, contaminando de esta forma toda la cadena trófica del mar. Van a tirar 11.500 toneladas de agua con "baja" radiació. Ya se han vertido al Pacífico unas 3.430 toneladas de agua radiactiva. Como mata poco a poco, dirán que no pasa nada.

En China han detectado niveles alarmantes de cesio-137 en muchas regiones. La radiactividad viaja y se extiende, por el mar y por la atmósfera. Pero a la industria de la energía nuclear y al grupo de intoxicadores a su servicio eso es pecata minuta. Minimizarán las consecuencias y volverán a la carga una y otra vez.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.