Granada tiene 600 MW instalados de energías renovables

La Agencia Provincial de la Energía de la Diputación ha publicado el ‘Atlas de las energías renovables’, en el que señala que los 600 megavatios de potencia instalada aportan el 36% del consumo eléctrico total de Granada, que podría autoabastecerse de energía mediante su potencial eólico.

La provincia de Granada lidera en Andalucía la lucha contra el cambio climático con el desarrollo simultáneo de varios programas que, por un lado, intentan reducir los consumos energéticos y, por otro, implican directamente a los ayuntamientos como administraciones públicas en la aplicación de medidas de ahorro y eficiencia. Así lo recoge el Atlas de las energías renovables y la eficiencia energética en los municipios granadinos, realizado por la Agencia Provincial de la Energía de la Diputación y que es el primero de sus características en Andalucía. En él se han recopilado todos los datos disponibles sobre todos los aspectos climáticos, de utilidad ciudadana, producción y aplicación de las energías renovables en la provincia.

Del estudio realizado se constata que Granada es la tercera provincia andaluza en la producción de energías renovables, con una potencia instalada de 600 MW, que aporta en la actualidad el 36% del consumo eléctrico total de la provincia y algo menos del 8% del consumo total de energía. Además, es la primera provincia en Andalucía que constituye un consorcio de energías renovables formado por ayuntamientos y la única que cuenta con una empresa de servicios energéticos de carácter público.

Entre los datos recogidos en el atlas se aporta una gran cantidad de información nueva sobre los potenciales de producción de energía eólica, termosolar, fotovoltaica, minihidráulica, biomasa y energía geotérmica, sector este último cuya producción quiere liderar Granada y para la que cuenta con una producción de 741.488 toneladas de residuos agrícolas y forestales al año.

En este sentido, el potencial que tiene la provincia en geotermia la hacen merecedora de un centro de referencia en investigación, formación y desarrollo en esta materia. Así lo ha subrayado el vicepresidente segundo de la Diputación, Julio Bernardo, quien se ha referido asimismo al “importante salto que ha dado la provincia en materia de sostenibilidad energética en los últimos cuatro años”, al haber pasado “de acciones testimoniales emprendidas por algunos ayuntamientos a una implicación continuada y estructural del conjunto de la provincia, con el apoyo de la Diputación de Granada a través de la Delegación de Promoción Económica y Empleo y de la Agencia Provincial de la Energía”.

De igual manera, la totalidad de la provincia de Granada podría autoabastecerse de energía mediante su potencial eólico, mientras que la biomasa podría abastecer al 11% y la fotovoltaica suministraría 11 veces el consumo energético del conjunto de los municipios granadinos, entre otros datos. En cuanto a la fotovoltaica instalada en techo de viviendas producirían el 68% del consumo actual y previsto de los hogares. Estas cifras, en palabras de Bernardo, ponen de manifiesto que “hay un modelo energético alternativo al actual que, además, crearía 200.000 puestos de trabajo en la provincia de Granada”.

El trabajo aporta fichas de cada uno de los municipios con sus datos de consumo energético, distribución de consumo y medidas para reducirlo además de indicar las inversiones necesarias para rebajar las facturas eléctricas. Estas fichas están acompañadas de un sistema de información geográfica que aporta datos de forma territorializada.

Por comarcas, la Costa Tropical y la vega de Granada son las que más energía consumen, debido a “la concentración de población”, mientras que el mayor consumo per cápita se registra en la Costa, a raíz de “la importancia del sector industrial en relación con el número de habitantes” de la zona, según ha explicado el director de la Agencia Provincial de la Energía, Fernando Alcalde.

A pesar de las iniciativas puestas en marcha desde la Diputación de Granada con excelentes resultados, principalmente en el ahorro energético de los municipios tras las auditorías realizadas, el punto más débil es el transporte, “para el que no se ha consensuado una política definida por lo que los consumos de combustibles fósiles en desplazamientos y sus emisiones de CO2 presentan niveles muy elevados”, explica Fernando Alcalde. El Área Metropolitana registra más de un millón de desplazamientos de vehículos al día, lo que induce una contaminación atmosférica por partículas que sitúa en sexto lugar a nuestra ciudad en la lista de las capitales con más emisiones. Estos desplazamientos producen 229 millones de toneladas de CO2 al año y un consumo de 116 millones de litros de combustible.

Estas cifras no contribuyen a frenar el cambio climático y por ello, los impactos y riesgos de esta modificación de las condiciones naturales del planeta incidirán en Granada de forma muy severa ya que las tres cuartas partes de la economía provincial depende del sector servicios y el turismo, mientras que una décima parte está en manos de la agricultura.

“Granada ha crecido con un modelo poco sostenible y contribuye de forma considerable al cambio climático”, señala Julio Bernardo para quien es necesario “un cambio en el modelo de urbanización dispersa que se ha implantado en los últimos 20 años donde se consume hasta cuatro veces mas energía que en las tramas urbanas compactas”.

Los grandes datos contenidos en el Atlas presentan los recursos energéticos de la provincia de Granada en una clasificación, según su origen, que localiza cinco amplias zonas para agrupar importantes proyectos eólicos, un número de horas de sol anuales que cifra en 2.831 y muy buenos aprovechamientos de la geotermia de baja entalpía en gran parte de la provincia.

La política energética de la Diputación de Granada se canaliza a través del Área de Promoción Económica y Empleo, a cuyo cargo se encuentra el Coordinador de Energías Renovables, actuando la Agencia provincial de la Energía de Granada como ente instrumental para el desarrollo de las acciones relacionadas con la gestión, fomento e impulso de la eficiencia energética y las energías renovables en la provincia así como la protección del medio ambiente.

En el año 2001, la Diputación creó la "Agencia Provincial de la Energía de Granada" como una entidad sin animo de lucro e instrumento para conseguir los objetivos de promoción, difusión de las energías renovables y el ahorro energético en la provincia de Granada. La creación de la agencia se realizó por medio del Programa Europeo SAVE II, esto permitió crear una infraestructura estable para el asesoramiento en materia de energías renovables, así como para la realización de actividades de promoción y difusión. En el año 2007 se crea la figura de Coordinador de Energías Renovables de la Diputación de Granada

El objetivo principal de la Agencia de la Energía de Granada, según reflejan sus estatutos en el artículo sexto es: "la mejora y el aprovechamiento de los recursos energéticos provinciales, así como la sensibilización de las autoridades locales, las empresas y los ciudadanos sobre la escasez de recursos energéticos y la necesidad de un uso racional y compatible con los aspectos económicos y medioambientales".

En este sentido la Diputación de Granada, es una de las Diputaciones que mas firmemente está apostando en la búsqueda de soluciones al problema energético desde el ámbito local, sobre todo como órgano de gobierno y administración de la provincia, y en ejercicio de las competencias, tanto propias, como delegadas de la Comunidad autónoma, atribuidas a la Diputación por la Ley, y en especial "la asistencia y la cooperación jurídica, económica y técnica a los municipios, especialmente a los de menos capacidad económica y de gestión" y en general, "el fomento y la administración de los intereses peculiares de la provincia".

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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