La central nuclear de Fukushima sigue emitiendo contaminación radiactiva

Sale humo negro del reactor 3 de la central nuclear de Fukushima, según las imágenes transmitidas hoy por la emisora televisiva NHK. Los trabajadores de la central nuclear fueron evacuados. La Autoridad de Radiación y Seguridad Nuclear de Finlandia (STUK) anuncia que se han detectado partículas de yodo radiactivo procedentes de Fukushima en Helsinki y Rovaniemi (Laponia).

El reactor 3 de la central nuclear de Fukushima Daiichi fue evacuado debido a un humo negro que comenzó a ascender de esa unidad, una de las más afectadas por las recientes explosiones. Sobre las 16.30 hora local (07.30 GMT), un espeso humo negro comenzó a ascender del dañado reactor 3 de la central nuclear, sin que se conozca la causa de la emanación, indicó Tokyo Electric Power (TEPCO).

Esta es la segunda vez en dos días que asciende humo de color oscuro del dañado reactor 3, lo que indica que no se trata de vapor de agua. La unidad 3 es una de las más peligrosas porque funciona con una mezcla de uranio y plutonio muy contaminante.

Anoche, los operarios de la central nuclear consiguieron devolver la electricidad al panel de control de la unidad, lo que permitiría iniciar ciertas funciones internas y medir la temperatura y presión de la instalación.

El agua de mar cerca de la central nuclear tiene fuerte contaminación radiactiva, según se desprende de las mediciones realizadas por Tepco, la empresa operadora de la central.

En cuanto al yodo 131 (radiactivo) se registraron niveles que superan 126,7 veces el valor máximo legal permitido. La cantidad de cesio 134 (radiactivo) es 24,8 veces mayor al umbral permitido, informó hoy martes la emisora NHK. Tepco anunció nuevas pruebas frente a la costa este de la isla de Honshu, la principal del archipiélago japonés.

La radiación de Fukushima llega a Europa, pero es diminuta

Partículas de restos radiactivos escapados de la central nuclear dañada en Japón llegaron a Islandia y se espera que alcanzarán Francia y otras partes de Europa. La central nuclear japonesa de Fukushima Dai-ichi fue estremecida el 11 de marzo por un gran sismo y un subsiguiente maremoto, haciendo que despidiera radiación y desatara temores de una extensa contaminación.

Partículas de iodo radiactivo han sido detectadas en Islandia, dijo la Autoridad de Seguridad Radiactiva de ese país, pero agregó que la concentración fue menor de la descubierta en los países europeos tras la explosión de 1986 de la central nuclear de Chernóbil, que contaminó amplias zonas. Ese incidente sigue preocupando a muchos europeos, nerviosos al contemplar las imágenes de la crisis nuclear japonesa.

Por otra parte, las autoridades francesas dijeron que muestras de aire contaminado, muy débiles, seguramente llegarán el miércoles a Francia, mientras que en Alemania la Oficina Federal para la protección de contra la Radiación dijo que en caso de llegar partículas radiactivas será en cantidades que no serán no un riesgo para los seres humanos o el medio ambiente.

Japón prohibió el miércoles en Tokio el consumo de agua corriente para los bebés y la comercialización de alimentos contaminados por la radiactividad de la central nuclear de Fukushima, acentuando así el temor que genera el accidente nuclear nipón en Estados Unidos y otros países. Se ha detectado una concentración de yodo de 210 bequerelios por litro en muestras de agua del grifo, cuando el límite fijado por las autoridades japonesas es de 100 becquerelios por litro.

Las autoridades japonesas han detectado niveles de radiación en la central de purificación de agua de Kanamachi, en Tokio. Agua en estos momentos contaminada por el yodo radiactivo. Los niveles de contaminación duplican el nivel seguro para los niños. Son las consecuencias de la radiación procedente de la central nuclear de Fukushima. El agua de Tokio se contamina. El gobernador advierte que los niños menores de un año se abstengan de usar agua del grifo.

Según los resultados de las pruebas llevadas a cabo el lunes en los alimentos, los niveles de cesio encontrados son hasta 160 veces superiores al estándar de seguridad permitido. El Ministerio de Ciencia de Japón ha informado de que los niveles de radiactividad detectados en un radio de 40 kilómetros en torno a la central nuclear de Fukushima superan en 400 veces los habituales. Las autoridades han registrado 43.000 becquerelios de yodo radiactivo y 4.700 de cesio radiactivo apenas a cinco centímetros de profundidad en el suelo ubicado a esta distancia de la planta, en dirección oeste-noroste, según recoge la televisión estatal NHK .

De acuerdo con estas cifras, Keigo Endo, un profesor de la Universidad de Gunma, ha indicado que el yodo y el cesio radiactivos exceden 430 y 47 veces los límites normales de radiación, respectivamente. Esto significa que los residentes en los alrededores de la central podrían estar expuestos a lo largo de un año a una radiación cuatro veces superior a la establecida legalmente. No obstante, ha descartado que suponga un riesgo inmediato para la salud humana.

La temperatura del reactor 1 excede en 100º su límite de fabricación. Suspendidos temporalmente los trabajos en el reactor 2 por la alta radiactividad.- La radiación en la zona supera en 400 veces los niveles normales. El Gobierno japonés prevé gastos de entre 130.000 y 217.000 millones de euros. En fin, que la energía nuclear es segura, buena, bonita y barata, o eso dicen. 

La mitad de los estadounidenses no están de acuerdo con la construcción de nuevas plantas nucleares en su país, según una encuesta de la cadena CBS. Es el índice de desaprobación más alto desde 1986 cuando ocurrió la catástrofe en la central ucraniana de Chernóbil.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

http://mediamatters.org/research/201103180039