La eólica crece y se acerca al nivel de la energía nuclear

El 9 de noviembre de 2010, la eólica produjo 315,258 MWh, suficientes para atender el 43% de la demanda de ese día. En febrero, los vientos fueron generosos y la energía eólica cubrió el 21% de la demanda eléctrica de ese mes.

Sin embargo, existe un talón de Aquiles para la energía eólica basado en su extremada variabilidad, que obliga a disponer de equipos de generación de respaldo y a reforzar las redes. El 9 de noviembre, a las 3.35 horas, los molinos cubrían el 54% de la demanda energética de España. A las 10.32 del 26 de junio y con el anticiclón sobre España, la eólica sólo podía atender el 1% de la demanda.

¿De dónde salió el resto? Fácil: la energía de base la pusieron las centrales nucleares, las térmicas y los ciclos combinados (gas), mientras las centrales hidroeléctricas cubrían el tremendo roto que había dejado en el sistema eléctrico el descenso brusco de la "eolicidad".

Hasta 2009, toda la energía eléctrica de origen eólico producida en España tenía privilegios para entrar en el circuito de Red Eléctrica Nacional, cuyos responsables exigieron capacidad para "interrumpir" el flujo de entrada si se pusiera en peligro la estabilidad del sistema.

En el primer trimestre de 2010, Red Eléctrica restringió la aportación durante algunas horas de demanda valle-sobraba energía en la red-, lo que supuso un producción anual eólica inferior en un 0,6% al teórico producible. La industria eólica asegura que se trata de problemas fácilmente corregibles desde un punto de vista técnico.

Sergio de Otto, consultor y experto en energías renovables, denunciaba recientemente en un artículo una campaña de desprestigio contra la eólica que trata de "abrir hueco" a los ciclos combinados -centrales térmicas de gas-, que han proliferado "desproporcionadamente", según el consultor, y muy por encima de la demanda de energía "y sin que nadie se lo pidiera" a las grandes compañías. Admite que es necesario disponer de una energía de respaldo, aunque no más que la que es necesaria en cada momento.

Respecto al elevado coste de las primas a la energía eólica, Sergio de Otto sostiene que no se puede calificar la oportunidad de un coste, lo caro o barato que resulta algo, "sin valorar lo que se ofrece a cambio". De Otto recuerda que las energías renovables se han mostrado como "una excelente inversión en términos energéticos, medioambientales, estratégicos o socioeconómicos".

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

José Sierra, www.levante-emv.com/