Vitoria promoverá el vehículo eléctrico

El vehículo eléctrico ya es una realidad en una capital pionera: Mercedes fabrica su furgoneta y el ‘Hiriko’ ultima su automóvil eléctrico.

La capital alavesa está dispuesta a tomar el relevo y convertirse en un referente importante, más si cabe, en el sector de las cuatro ruedas. Mimbres tiene para ello, consolidados como las factorías de Michelin y la citada de Mercedes, y también innovadores como el proyecto del ‘Hiriko’, el primer vehículo urbano «cien por cien electrónico y eléctrico». Porque los tiempos cambian a una velocidad de vértigo, pese a que los coches y las furgonetas ‘verdes’ no pasarán de los 80 kilómetros por hora.

Pero unos y otras han llegado para quedarse, no de manera experimental. El precio de la gasolina ha alcanzado topes históricos y, como consecuencia, se rebajará a 110 la velocidad máxima en autopistas, todo en la misma semana en que Vitoria ha apostado definitivamente por ponerse al volante de esta conducción ‘ecológica’. Porque la futura Capital Verde Europea se quiere enchufar definitivamente este año al vehículo eléctrico -en este escenario de crisis parece ganar enteros como alternativa- con la puesta en marcha de una veintena de electrolineras.

Entra en juego un nuevo concepto, la recarga con manguera conectada al enchufe -de 220 o 380 voltios, doméstico o industrial- y no a un surtidor. Y es que la furgoneta que Mercedes ha entregado a Eroski ya necesita ese otro ‘combustible’ y pronto ocurrirá lo mismo con el ‘Hiriko’. «En verano ya estará listo el primer prototipo», explica Pedro Basterrechea, ingeniero jefe del proyecto.
7.000 piezas contra 50.000

A final de año verán la luz otros 19 prototipos «idénticos a los que se fabriquen en serie -velocidad máxima de 50 por hora y autonomía de 120 kilómetros-», a partir de 2013. Entonces, Álava contará con la primera franquicia de venta y planta de ensamblaje de los siete módulos que componen el vehículo -son unas 7.000 piezas frente a las 50.000 de un coche actual-. Hong Kong, Berlín, Amsterdam, Boston, Londres, San Francisco, Curitiba (Brasil) y Singapur se sumarán al ‘city car’; también lo montarán y venderán. Todas las ciudades tendrán como referencia a Vitoria.

Esos siete módulos que forman el ‘Hiriko’, se producen, en su mayoría, en Euskadi, con lo que el proyecto alumbrado en enero de 2010 por el Massachussets Institute of Technology, la ingeniería Epsilon Euskadi, la Asociación para el Fomento y Promociones Industriales y Deportivas de Álava y el Centro Vasco para la Innovación, Emprendizaje y Desarrollo de Nuevos Negocios genera riqueza «y un buen número de empleos, directos y sobre todo indirectos».

Y en territorio alavés se elaboran cuatro de los siete módulos del coche: el vidrio calentable y reflejante de parabrisas, techo solar y laterales laminados se diseña, homologa y fabrica en la planta de Guardian en Llodio; el interior y el maletero en Megatech de Amurrio; y las robot-ruedas -con motor eléctrico incorporado- las elabora la empresa Basquet Robot Wheels, constituida en Vitoria y que «cuando esté a pleno rendimiento, dentro de tres años, podría contar con una plantilla de cien personas», según sus responsables.

Además, la estructura del coche -chasis y carrocería- y la electrónica llevarán label vasco, respectivamente de Forging Products (Amorebieta) y de Maser-Mic (Mendaro). Únicamente las baterías «nos llegarán mediante compra estratégica», apunta Basterrechea.
En eso tendrá mucho que decir Cegasa, que prevé construir una planta en Vitoria para fabricar baterías de coches eléctricos en serie entre 2012 y 2013. El prototipo que desarrolla tiene tecnología utilizada en ordenadores portátiles o teléfonos móviles.
Precisamente, la batería es lo que aporta valor añadido al ‘Hiriko’, porque, de hecho, el coche saldrá al mercado por 12.500 euros «pero sin incluir la batería, que se venderá en leasing. La tecnología avanza cada día y es difícil hacer previsiones de las evoluciones y los costes».

El futuro, eso sí, parece garantizado y un adelantado empresario canadiense pagó en junio pasado 8.400 euros, en una subasta en Londres, por hacerse con el primer ‘Hiriko’ que salga al mercado.

Esa información del precio no ha trascendido respecto a la furgoneta eléctrica de Mercedes, la Vito E-Cell -velocidad máxima de 80 por hora y autonomía para 130 kilómetros-, de la que ya hay cinco modelos en la calle, rojas y con el anagrama de Eroski. Son las primeras, también fabricadas en Vitoria y con la batería eléctrica como componente especial; pesa 550 kilos.
Pero en la planta de Avenida de Los Huetos se han producido ya un centenar de unidades -este año se llegará a las 474 furgonetas-, que ha repercutido en la creación de 22 empleos directos en el área de producción y de 70 puestos temporales para ingenieros.

La recarga de estos vehículos eléctricos es otra gran incógnita. El ingeniero jefe del proyecto del ‘Hiriko’ diferencia tres tipos, todos para reponer la batería «al cien por cien»: la lenta, «que dura seis horas y se puede hacer en el garaje de casa»; la media, «tres horas en parkings o centros comerciales»; y la rápida, «de diez minutos en las electrolineras», que este año llegarán a las calles de Vitoria.

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