La energía solar termoeléctrica de GlassPoint ayuda a extraer petróleo

La extracción de petróleo pesado deja una gran huella de carbono porque el petróleo debe ser extraído de la tierra con vapor. En Kern County, California, donde los yacimientos petrolíferos representan 9% del consume de gas natural del estado, la start-up GlassPoint Solar está probando una alternativa: un invernadero de un acre lleno de colectores de calor solar. La firma espera que el método genere un vapor más limpio y más barato que el gas natural.

La tecnología GlassPoint es una versión barata de las centrales comerciales de energía termosolar que usan espejos para enfocar la luz solar hacia cañerías y luego convierten el calor capturado en vapor para mover las turbinas que generan energía. El sistema GlassPoint es más barato porque no necesita turbinas y porque ha rediseñado sus espejos y cañerías para bombear vapor a 250 °C a 300 °C (mientras que el vapor requerido para mover turbinas debe llegar a entre 350 °C y 400 °C).

Además, en lugar de construir estructuras de acero para soportar los grandes espejos de precisión en todo tipo de clima, GlassPoint usa espejos que son comparativamente delgados como el papel dentro de invernaderos. Simultáneamente, sus tubos que absorben calor están forrados con acero en lugar de los tubos de vidrios de las centrales energéticas.

El resultado, predice John O’Donnell, vicepresidente de desarrollo de negocios de GlassPoint, debería ser vapor a un costo de US$ 3 a US$ 3.50 por millón de BTU (unidad básica de transmisión en sus siglas inglesas). Compara eso con un estimado de US$ 11 a US$ 12 por millón de BTU con colectores solares convencionales, y alrededor de US$ 4 para gas natural.

O’Donnell dice que la idea es que la central piloto presentada en un predio operado por Berry Petroleum, el productor independiente de petróleo más grande de California, brinde un rápido test del desempeño del sistema y sus costos operativos.

BrightSource Energy espera completar una central de vapor solar este año en un yacimiento en Coalinga, California, operado por Chevron. La española Abengoa Solar, que ya ha construido centrales que proveen vapor solar a una fábrica de papitas fritas de California, a una prisión federal en Colorado y a una central de tratamiento de aguas en Arizona, dice que los yacimientos son un mercado posible para sus sistemas industriales de vapor.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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