En la fábrica, ubicada en Gaia, en el norte del país, el funcionario destacó la importancia del transporte eléctrico para reducir la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero, y el ruido. Expresó que "el área de la economía que tendrá mayores transformaciones en el siglo XXI es la energía".
Para el primer ministro de Portugal resulta fundamental orientar las políticas públicas en el desarrollo del transporte eléctrico, lo que favorecerá a su vez la industria nacional. "Este autobús eléctrico es una buena contribución para colocar a Portugal en la primera línea de utilización de energías renovables", agregó.
Hace cinco años Portugal se comprometió a explotar energías renovables con el propósito de disminuir los gases con efecto invernadero y su dependencia del petróleo, que ocupa un lugar importante en su deuda externa.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.