Un maletín con energía solar fotovoltaica para salvar vidas

Laura Stachel, ginecóloga estadounidense, comenzó a interesarse por el aumento de la mortalidad maternal en Nigeria cuando estudiaba en la Escuela de Salud Pública de Berkeley. Para realizar su proyecto, decidió viajar al norte de Nigeria en 2008 para estudiar sobre el terreno porqué morían allí tantas mujeres al dar a luz.

Lo que encontró fue una carencia importante en infraestructuras esenciales, equipamiento, suministros, formación y supervisión. Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue la poca fiabilidad del suministro eléctrico.

Incluso en los hospitales más grandes del país, la electricidad está racionada. Los médicos tienen suerte si consiguen 12 horas de electricidad al día. Sin electricidad, los hospitales no pueden utilizar los refrigeradores para almacenar sangre para transfusiones ni cargar los teléfonos móviles. Sin electricidad, ni siquiera tienen luz para atender partos o cesáreas.

El hospital de Nigeria atendía unos 150 partos al mes, con un resultado de siete u ocho fallecimientos en el mismo periodo. “La falta de electricidad era una de las principales causas en esas muertes”. Stachel veía que no podía aportar nada desde el punto de vista clínico si no se acometían unas mejoras básicas. “Antes teníamos que asegurarnos de tener un sistema eléctrico fiable.”

Así que regresó a Berkeley y junto con su marido, un experto en energía solar, impulsó el proyecto WE CARE Solar (Women’s Emergency Communication and Reliable Electricity). Empezaron con un pequeño kit fotovoltaico que prácticamente cabía en una maleta. El kit utilizaba paneles pequeños (entre 40 y 80 vatios) pero tenía la capacidad de ampliarse con paneles de hasta 300W. La maleta incluía también algunos elementos de iluminación como linternas solares y lámparas de uso médico.

En colaboración con la OMS, comenzaron la investigación en Liberia. Distribuyeron 18 de estos equipos en 18 clínicas y se compararon los resultados. Pronto descubrieron que las muertes en el primer hospital de Nigeria habían descendido significativamente y la capacidad para admitir a más pacientes había aumentado. El hospital había pasado de contabilizar siete u ocho muertes al mes, a una o ninguna. En la actualidad ya han suministrado 50 de esas maletas solares a más de 11 países con excelentes resultados.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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