La eólica en Argentina: nuevo parque eólico en proyecto en Mendoza

Pampa Amarilla, unos 89 kilómetros al oeste de San Rafael, es el lugar elegido. Allí, rumbo a El Sosneado y camino al departamento de Malargüe, la provincia podrá mostrar otro paisaje una vez instalado el parque eólico de 200 turbinas eólicas que proyecta la empresa Winds North, como parte de un emprendimiento ya presentado al Gobierno mendocino. Y que promete generar, en tiempos en que la oferta de energía está al límite, al menos 10 megavatios de potencia.

Según los planes de Wind North, una sociedad anónima de capitales nacionales, el proyecto se ejecutará por etapas e involucrará una inversión global cercana a los 700 millones de dólares. Por estos días, su conducción, liderada por el gerente general, Jorge Paneblanco, busca cerrar el esquema financiero con la incorporación de nuevos socios.

Desde WN aseguran contar con el compromiso previo por parte de Enarsa y Cammesa (mercado mayorista eléctrico) de convertirse en compradores de la energía que produzca el futuro parque eólico de aerogeneradores en Mendoza. Pero más allá de esa señal, y del explícito apoyo oficial con la declaración de interés provincial, deben cumplir con el requisito legal de un informe de impacto ambiental y esperar, obviamente, su aprobación, audiencia pública mediante.

Además, se sabe que el proceso de habilitación obliga también a la participación de las dos comunas, tanto de San Rafael como de Malargüe.

En tanto pueda montar su planta de fabricación local, pensada para una segunda etapa del plan, la empresa prevé traer los primeros aerogeneradores desde España.

Por lo pronto, y según un pre-acuerdo con el Ministerio de Producción, que los equipos empiecen a hacerse y ensamblarse en Mendoza depende de poder contar con un espacio dentro del Parque Industrial Provincial, en Luján, que el Ejecutivo le facilitaría a la firma. Entre tanto, Winds North tiene dos prioridades: sumar capitales para afrontar la totalidad de la inversión y afiatar a sus futuros clientes habida cuenta de que, más allá de la demanda real, la energía eólica, como otras alternativas, tiene un costo diferencial más elevado que las tradicionales.

"La iniciativa cuenta con el apoyo del gobierno. Y vamos a facilitar todo lo que esté a nuestro alcance, como el parque industrial para la fabricación de los generadores. Creemos y queremos que la primera etapa arranque durante éste año, pero hay factores que dependen sólo de la esfera privada", señaló el director de Energía, Ernesto Tamayo.

Aún así, la apuesta en Pampa Amarilla moviliza, como con toda inversión de magnitud, el interés por lo que pueda dejarle a las arcas provinciales. La más relevante sería el cobro de una tasa en función de la explotación o regalía (aún no determinada), además de la recaudación proveniente de Ingresos Brutos e impuesto a las ganancias.

En el Gobierno, desde donde no descartan una participación más directa, aunque pequeña, en el proyecto, rescatan la trascendencia de contar con un parque eólico que será el primero de su tipo en Mendoza. Sobre todo, porque suponen que "la posibilidad de explotar un recurso natural disponible como, asimismo, la instalación de una industria de alto valor agregado, que requerirá de mano de obra calificada, infraestructura e inversiones, ligadas directa o indirectamente con el sector, será una importante herramienta para el desarrollo sustentable".

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

www.losandes.com.ar