El bajo precio del gas natural amenaza las energías renovables

La transición hacia políticas energéticas basadas en energías renovables en los países de la OCDE está en peligro debido a la crisis económica mundial y a una previsible caída de los precios del gas natural, advirtió en Londres el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol.

Durante una conferencia en el Imperial College, este experto pronosticó que la "era del petróleo barato ha terminado" definitivamente, en un momento en el que los precios del crudo se han acercado en las últimas semanas a 100 dólares por barril.

Birol alertó, además, de que el aumento de la producción de gas natural en Estados Unidos y otras regiones dificultará la implantación de nuevas fuentes de energías renovables como la eólica y la termosolar.

El economista argumentó que la reducción de las importaciones de gas natural por parte de EE UU, así como el aumento de las exportaciones desde la región del Caspio, conducirán en los próximos años a una sobre oferta energética en ese sector que reducirá los precios y pondrá en dificultades el avance en el campo de las energías renovables.

"Las energías renovables ganarán la batalla al gas natural sólo si los Gobiernos pueden continuar impulsándolas", dijo Birol, quien añadió que el déficit acumulado en la mayoría de países debido a la crisis económica ha reducido drásticamente las subvenciones a las plantas de producción de energía eólica y solar.

El economista jefe de la AIE subrayó también la importancia de profundizar en la modernización de modelo energético tanto para frenar el cambio climático, que podría llevar a un aumento de la temperatura global de 3,5 grados en los próximos años, como para solucionar el déficit que sufren los países más pobres, sobre todo en el África subsahariana, India y Bangladesh.

Para lograr los objetivos marcados en las últimas cumbres sobre el clima de limitar el aumento de la temperatura global hasta los 2 grados, Birol insistió en la importancia de renovar el modelo de transporte basado en el petróleo que impera tanto en los países desarrollados como en los emergentes, "que no han hecho más que imitar el modelo que la OCDE ha seguido durante las últimas décadas".

El mejor escenario que baraja la AIE para 2035 en ese sentido implicaría una fuerte implantación de vehículos eléctricos que sustituirían a los de gasolina.

Ello llevaría a países como China a liderar el mercado mundial de fabricación de coches eléctricos puesto que, según las estimaciones de Birol, el gigante asiático podría controlar el 39% de la producción dentro dos décadas, algo que añadiría problemas a los actuales líderes del sector en Europa y EE UU.

El economista lamentó que los países de la OCDE no fueran capaces de proponer un nuevo modelo de transporte tras la crisis energética de los años 70, un cambio tecnológico que sí desarrollaron en otros ámbitos.

"Casi nadie utiliza ya el petróleo para generar electricidad ni para producir calor. Se encontraron fuentes alternativas. Sin embargo nuestros coches continúan funcionando con gasolina", observó.

Este experto vaticinó que la demanda energética procedente de Europa y Estados Unidos se mantendrá estable en las próximas décadas, mientras que países como China, India y algunas regiones de Oriente próximo multiplicarán sus necesidades energéticas.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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