Industria eólica: un camino que el Gobierno debe rectificar Por José Ignacio San Miguel

No puedo más que sorprenderme de algunas decisiones del Gobierno que no llego a entender. No puedo comprender como el Ejecutivo decide cambiar algo que funciona bien, y con resultados, además de inciertos, malos para la industria, y en concreto para la eólica. Resultados que afectan negativamente a los sectores industriales relacionados con esa energía y, en consecuencia, a los trabajadores de esos sectores a los que MCA-UGT representa.

Resulta que, tras apenas quince años, somos el ejemplo del mundo en esta materia, un modelo de desarrollo, un ejemplo de ese nuevo modelo productivo sostenible que el Gobierno quiere poner en marcha, hasta el punto de que el presidente de Estados Unidos nos pone como referente. Resulta además que la Energía Eólica ha contribuido a la autosuficiencia energética española al evitar importaciones de combustibles fósiles con 7,4 MTEP, algo realmente importante en un país con una dependencia energética que se sitúa alrededor del 80% frente al 50% de la media de la Unión Europea, cifra que las instituciones europeas consideran elevadas.

Resulta también que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector eléctrico cayeron en un 45,39% durante el primer trimestre de 2010 respecto al mismo periodo del año anterior, pese a que la demanda eléctrica creció en un 4%, porque, como asegura la Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, se debe a un cambio "muy importante" en el mix energético, en el que se observa un "notabilísimo incremento" de la energía eólica e hidráulica, que destacó que es gracias a “consumos más eficientes y un origen más sostenible de la energía que se consume", al tiempo que apuntó que en febrero de este año el 45% de la energía que se consumió en España fue de origen eólico. La Energía Eólica permitió en 2009 la reducción en 19 millones de Tm de CO2.

Además, en torno a la energía eólica se había creado una industria que creaba empleo, que desarrollaba tecnología propia con una fuerte inversión en I+D+i, que tenía una importante capacidad exportadora basada en la fortaleza del mercado interno y todo ello en un sector de futuro que responde perfectamente a los retos medioambientales, estratégicos y económicos a los que se enfrenta el modelo energético.

Su aportación, directa e indirecta, al PIB alcanza los 3.803 millones de euros, un 0,39% del mismo, exporta por valor de 2.990 millones de euros, y generaba 41.438 puestos de trabajo a finales de 2008. El sector eólico ha sido capaz de permitir a empresas auxiliares, que habían perdido marcado en otros sectores, encontrar en esta actividad un nuevo horizonte, como en el caso de buen número de pymes del País Vasco, Navarra o Castilla y Léon, o de ofrecer un gran número de puestos de trabajo en zonas conde decaía otra actividad industrial, como puede ser, por ejemplo, el caso de Ponferrada.

Bueno, pues a pesar de todo ello, el Gobierno pone en marcha una norma, el “Registro de Pre Asignación” para las instalaciones de generación eléctrica del Régimen Especial, que, en la parte correspondiente a la energía eólica, ha provocado la quiebra de esta dinámica y ha tenido un efecto muy negativo en el empleo. La razón radica en que desde la publicación en el BOE en mayo de la nueva norma, hasta que los promotores son informados en noviembre de qué proyectos son aceptados en el Registro, han transcurrido ocho meses en los que se han paralizado los pedidos a la industria. La ausencia de pedidos a las fábricas de aerogeneradores ha desembocado en una serie de regulaciones de empleo que han afectado, en primer lugar, a los fabricantes de componentes y posteriormente, al conjunto de la industria eólica. Son muchas las empresas medianas y pequeñas que han cerrado sus puertas y ya se han perdido más de seis mil empleos directos y más de diez mil indirectos, una verdadera sangría en un sector que estaba soportando bien la crisis pero que sucumbe a una decisión administrativa.

Pero existe un agravante mayor de esta situación: junto a la reducción de la previsión de megavatios a instalar anualmente en el periodo 2010-2012, el 50% de los aerogeneradores necesarios ya están fabricados, lo que supone una reducción importante de la carga de trabajo de las empresas en los próximos tres años, con las consecuencias que de ello se deriva.

Y es que además, las perspectivas son peores si tenemos en que cuenta que aún el Gobierno no ha aprobado el nuevo Plan de Energías Renovables que sustituya al actual que finaliza ese año y que establezca expectativas más allá del año 2012. Por ahora, el Ministerio de Industria ha incumplido su compromiso de elaborar un nuevo Plan que haga posible el objetivo que se había marcado el Gobierno de conseguir que el 20% de la energía que se consume en España proceda de energías renovables, en cuya ausencia el sector se encuentra ante la paralización de la industria eólica.

Paralización del sector

Todo esta situación está provocando una paralización del sector, que ante la ausencia de perspectivas claras, está limitando sus pedidos a la industria de aerogeneradores, y ésta, a su vez, está paralizando sus planes de fabricación para el mercado nacional, inversiones en I+D+i y de generación de empleo.

Desde MCA-UGT opinamos que tenemos por delante el reto de consolidar y mejorar esta industria, su empleo así como sus condiciones laborales. Para ello es necesario que el Gobierno autorice 150MW adicionales de potencia a instalar anualmente durante el periodo 2010-2012, con el fin de que las empresas puedan instalar la nueva generación de aerogeneradores capaces de producir más megavatios que los actuales. Es necesario pues que el Ministerio de Industria atienda las demandas de este Sindicato para flexibilizar el calendario aprobado para la entrada en vigor de nuevas instalaciones que, a su vez, permita revitalizar el sector industrial eólico que tan importante es para nuestro país, y conseguir entre todos un empleo de calidad, porque el actual tiene muchas carencias y es necesario cambiarlo.

Por otro lado es necesario que el Ministerio de Industria elabore un nuevo Plan de Energías Renovables que sustituya al actual y que establezca perspectivas de futuro para el sector más allá del 2012. Para esta Federación son necesarios acuerdos estables a largo plazo que permitan una planificación de las empresas a medio y largo plazo, que les permitan invertir, investigar y generar empleo de calidad.

Pero también tenemos que reclamar a las empresas que potencien el I+D+i, que tienen que ser capaces de mejorar, ser más eficientes y competitivas, porque en el futuro en el que reclamamos participar, la energía no puede mantenerse gracias a las primas.

Y por último, el Gobierno tiene que buscar fórmulas para no grabar la competitividad de las industrias grandes consumidoras de energía. Es necesario que los poderes públicos planifiquen y regulen una política energética que garantice la seguridad en los suministros, que promueva la combinación de fuentes más apropiada para preservar el medio ambiente, y todo ello a unos precios competitivos para nuestra industria.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

Por José Ignacio San Miguel, Secretario Federal de MCA-UGT, Responsable del Sector de Industrias de Energías Renovables. www.elblogdemcaugt.com/tag/industria