El Empire State de Nueva York obtendrá toda su energía de la eólica

El emblemático rascacielos Empire State Building de Manhattan obtendrá toda su electricidad de fuentes eólicas, con lo que se convertirá en el mayor consumidor comercial de energías renovables de Nueva York.

Con esta medida, el edificio evitará la emisión de unas 45.000 toneladas de CO2 al año, lo que equivaldría a plantar 150.000 árboles en la ciudad, suprimir 40 millones de viajes en taxi o apagar las luces de las casas de Nueva York durante una semana, según sus responsables.

Los dueños del emblemático rascacielos, quizás el más conocido de Manhattan, han alcanzado un acuerdo de dos años con la empresa Green Mountain Energy, que proveerá 55 millones de kilovatios hora anuales de energías renovables, lo suficiente para cubrir su consumo eléctrico.

Se trata así del consumidor comercial de energías renovables, en este caso eólica, más importante de la ciudad, con un consumo que será el doble del de cualquier otro edificio, compañía o entidad en Nueva York. "Combinar el uso del 100% de energía limpia con las rompedoras reformas acometidas recientemente en el edificio para que su consumo energético fuera más eficiente era un movimiento natural para nosotros", indicó el representante de la empresa propietaria del Empire State Building, Anthony Malkin.

Para Malkin, los pasos dados por el rascacielos deberían ser imitados por otros propietarios para convertir los numerosos rascacielos y edificios comerciales que pueblan Manhattan en lugares "con un consumo energético más eficiente, limpio y verde".

La nueva apuesta del Empire State para convertirse en uno de los edificios más respetuosos con el medio ambiente en Nueva York llega precisamente después de que se acometiera una reforma de 500 millones de dólares para reducir sus emisiones de CO2 y ahorrar en electricidad.

La remodelación del edificio, que tiene 102 pisos y se construyó en 1931, afectó a sus sistemas eléctrico y de ventilación, incluyó la instalación de 6.500 ventanas con aislamiento para el frío y el calor, y se modificó el sistema de calefacción. Todas esas medidas tienen, además de una vertiente ecológica, una más comercial, ya que esas inversiones buscan reducir la factura eléctrica de sus inquilinos. Así, Malkin reconoció que "la energía limpia y la reducción del consumo eléctrico en un 40% nos proporciona una ventaja (ante los competidores) para atraer los mejores inquilinos con los mejores alquileres".

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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