Recarga inalámbrica para vehículos eléctricos

La recarga inalámbrica para vehículos eléctricos ya ha llegado al mercado. HaloIPT es la primera empresa del mundo que ha desarrollado la tecnología llamada Transferencia Inductiva de Energía (IPT en sus siglas en inglés) con éxito. De manera eficaz, segura, sin enchufes ni cables, cualquier vehículo eléctrico puede recargarse simplemente al aparcar en una plataforma con transmisor de carga al borde o sobre la carretera. Los fabricantes de vehículos eléctricos creen que esta tecnología les dará un impulso.

La Transferencia inductiva de Energía se basa en la resonancia magnética para transmitir la energía desde la plataforma de transmisión, ubicada en el suelo, hasta la almohadilla de recepción en el interior del coche eléctrico. Es decir, que con la implementación de dicha almohadilla, el vehículo únicamente tiene que aparcar o conducir por encima de la plataforma para recargarse inmediatamente.

La fuente de alimentación toma la energía de la red eléctrica y energiza una bobina en el rango de 5-125A. La bobina es inductiva, lo que significa que puede necesitar la compensación de condensadores en serie o en paralelo para reducir el voltaje y las corrientes en el circuito de suministro.

El impacto de los puntos de carga sobre el entorno es mínimo, ya que simplemente se necesitan almohadillas de carga sobre el pavimento. Es decir, que se pueden instalar en cualquier calle y aportar libertad a los vehículos eléctricos, que hasta la fecha requieren caras y pesadas baterías que hay que enchufar para su recarga. Los puntos IPT se pueden colocar bajo el cemento, no les afecta el agua, la nieve, el polvo o los golpes.

Por otro lado, según los estudios, el efecto de la resonancia magnética del IPT sobre los usuarios es similar a la de un cepillo eléctrico. Para protegerlo contra el vandalismo, el sistema no se puede desmontar sin una herramienta específica. Además, como el sistema es sencillo y no está formado por piezas móviles o contactos, su desgaste es mínimo y la durabilidad larga. Otra ventaja de esta tecnología es que permite que el flujo de energía se invierta y que el vehículo pueda devolverla a la red.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

HaloIPT quiere ir más allá y lograr que la carga dinámica esté en todas partes. Es decir, que los coches eléctricos se puedan cargar mientras están en movimiento. De momento, los autobuses públicos de Génova y Turín ya utilizan la Transferencia Inductiva de Energía para recorrer las calles.

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