IBM crea células de energía solar fotovoltaica baratas y pequeñas

Solar Frontier ha llegado a un acuerdo con IBM para desarrollar células fotoeléctricas finas cuyo diseño corre a cargo de la multinacional informática.

Los materiales empleados serán una combinación de cobre, zinc, estaño, azufre y selenio (CZTS), menos eficiente que otras aleaciones pero más barata y más fácil de encontrar en la naturaleza.

IBM expande sus miras más allá de la informática, como ya ha hecho en otras ocasiones, esta vez acercándose al negocio de las energías renovables.

La expansión que está sufriendo esta parte del sector energético, debido al arraigo de la mentalidad ecologista y a las subvenciones que en muchos casos ofrecen los Estados para la puesta en marcha de instalaciones, no quiere decir que la investigación en este ámbito sea sinónimo de dinero fácil. Sin embargo, el acuerdo con Solar Frontier demuestra el interés de IBM, donde puede contribuir sólidamente debido a su experiencia con semiconductores.

Las células fotoeléctricas o fotocélulas constituyen los paneles solares que en grandes centrales transforman una energía vista por algunos como una de las grandes esperanzas para cuando acabemos con los combustibles fósiles. Solar Frontier se ocupará de fabricar los diseños ultrafinos de IBM y lo hará con materiales prometedores. Se utilizará una combinación CZTS, de cobre, zinc, estaño, azufre y selenio.

Las fotocélulas fabricadas utilizando otros materiales – como la de cobre, indio, galio y selenio (CIGS) – han dado mejores resultados en cuanto a eficiencia en el laboratorio. Sin embargo, la ventaja de las celdas de CZTS es la abundancia natural de los elementos que componen el producto final, lo que hace que éste sea también más barato. La disponibilidad de materiales para componer estos dispositivos constituye uno de los principales debates abiertos en el sector.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

No es la primera vez que IBM se introduce en estos terrenos. El año pasado mostró su capacidad para mejorar la eficiencia de las células fotoeléctricas con una combinación CZTS. Ello sumado a su experiencia en semiconductores podría animar a la multinacional a explorar el sector de la energía desde un punto de vista que vaya más allá de la mera investigación.

www.solar-frontier.com/