El ejército de EEUU apuesta por las energías renovables

El Departamento de Defensa de los EEUU se ha volcado en el desarrollo y la experimentación con energías renovables como la solar y la eólica tanto dentro del país como en zonas de combate como, por ejemplo, Afganistán.

El ejército invertirá en el desarrollo de las energías renovables para propósitos bélicos, aunque se espera que la tecnología resultante acabe teniendo usos y consecuencias a nivel civil, puesto que el ejército tiene tal poder adquisitivo que puede crear mercados por sí mismo.

El Gobierno federal pretende utilizar el ámbito militar como banco de pruebas y estímulo para el sector de las energías verdes, a la vez que ahorrar y mejorar su potencial bélico.

Fue el verano pasado cuando el Pentágono publicó el Plan de Actuación Estratégico de Sostenibilidad. El plan pretende cumplir la orden de la Administración Obama de que en 2020 al menos el 20% de la energía que consuma provenga de las renovables. El Departamento de Defensa también nombró a Sharon E. Burke como director para planes y programas energéticos para que guiara la transición hacia la eficiencia energética y las energías renovables.

Aún así, según fuentes del ejército, aún no ha habido ningún éxito con la energía eólica, que se muestra poco práctica en el campo de batalla por la escasa previsión posible respecto a la energía solar. Además, el viento suele darse en lo alto de las montañas, donde las tropas se verían expuestas.

Las nuevas iniciativas militares se explican en parte por los cientos de miles de vehículos que el ejército americano tiene movilizados alrededor del mundo.

Cada vez pesan más los vehículos para ser resistentes a unas armas cada vez más destructivas, y por ello necesitan más combustible. Un combustible del que, a menudo, es boicoteado su suministro, con lo que la eficiencia energética fortalecería la potencia e independencia de la armada.

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