Dinamarca: La unión de eólica, vehículos eléctricos y redes inteligentes

“No me importaría tener mi propio coche eléctrico y cargarlo por la noche en casa, creo que es lo más conveniente cuando baje el precio de la electricidad y sea más asequible”, explica Louise Groth-Michelsen, empleada municipal de Bornholm.

Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

Louise está probando uno de los coches eléctricos que consumen energías renovables. Es la idea del proyecto Edison: Desarrollar una infraestructura inteligente con energías limpias y promover el uso de estos coches. El objetivo es mejorar el sistema de recarga de los vehículos.

“La idea es que cuando usted llege a casa el coche eléctrico se conecte a la red, pero todavía no empezará a recargarse. Si no que se hará a través de un cargador inteligente. Podrá enviar mensajes decidiendo cuándo necesita que el coche esté listo y el sistema pondrá en funcionamiento el programa que más le conviene, por ejemplo, usted puede indicar que necesita que el coche esté listo la mañana siguiente, a las dos de la mañana”, declara Maja Felicia Bendtsen, Project Leader, Bonrnholm Utility Company.

En los laboratorios de la Universidad Técnica, en Copenhague, un equipo de investigación está trabajando, en colaboración con el consorcio Edison, en el desarrollo de esta red inteligente.

El sistema también implica un mercado en tiempo real, en el que la gente compra y vende energía de la manera más rentable, como explica Anders Troi, Head of Programme, Intelligent Energy Systems, de la Universidad Técnica: “Cada uno puede participar y comprar energía cuando sea barata, por ejemplo a 10 céntimos el kilovatio cuando hay mucho viento. Puede comprar energía para su vehículo eléctrico. Cuando haya más demanda, el precio por kilovatio pude subir hasta 1 euro, y los vendedores ganarán más dinero”.

La energía de los vehículos eléctricos se puede volver a vender en la red. La energía se puede volver a utilizar. Se garantiza así la estabilidad del sistema pero también implica cargar y descargar más rápido las baterías de los coches.

“Este coche puede recorrer 100 kilómetros, luego se recarga. Para que pueda volver a andar se necesitan un mínimo de 2 horas”, comenta Louise Groth-Michelsen.

Un vehículo eléctrico necesita unas 8 horas para cargarse completamente. El objetivo es que ese tiempo se reduzca a una hora en el futuro e incluso en un par de minutos. Así lo explica Daniel Kullmann, estudiante de la Universidad Técnica de Dinamarca: “A través de este cable tan grueso se puede transferir más energía. Se trata de un sistema de tres fases. Así se puede transferir la potencia que necesita el coche a la batería, pero en menos tiempo”.

Y otro estudiante, el colombiano Óscar Forero, está trabajando en un software para que saber el estado de carga de los coches eléctricos y la cantidad de energía que necesitan: “Lo que nosotros queremos hacer es poder extender esa plataforma porque sea un poco más genérica y de esta manera pueda utilizar las baterías de los coches eléctricos y poderlas integrar a la red eléctrica”, apostilla.

La isla de Bornholm acogerá más vehículos eléctricos en los próximos meses. Se espera que muy pronto la décima parte de los coches de Dinamarca sean eléctricos o híbridos.

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